miércoles, 10 de septiembre de 2008


A 35 años de Salvador Allende:
El lado oscuro del Chile de hoy

Ernesto Carmona (especial para ARGENPRES.info)

¿Qué ha cambiado en Chile desde que fue derribado el gobierno
democráticamente elegido de Salvador Allende? Han transcurrido 35
años, 17 de dictadura militar y 18 de "transición a la democracia"
conducida por una coalición hegemonizada por los partidos Socialista,
Demócrata Cristiano y Por la Democracia, seguidos de otros menores,
como el partido Radical, llamada Concertación de Partidos por la
Democracia.

La primera observación es que la "transición" lleva ya más tiempo que
la dictadura. Pero las condiciones de vida del pueblo han empeorado
dramáticamente desde la época de Allende. Y hay poca cabida para
protestar. Hoy existe una perversa democracia formal que limita el
acceso de los pobres a la política y excluye de cualquier
participación a la minoría comunista y a otros grupos izquierdistas.
Existe un sistema binominal de elecciones que fue creado precisamente
para que dos grandes bloques –la derecha y la Concertación– se
alternen perpetuamente en el poder, tal como ocurre con los demócratas
y republicanos en EEUU.

El fin de la dictadura no fue sólo el resultado de la lucha del
pueblo, que aportó generosamente su sangre, instigado por quienes hoy
gobiernan al país, sino que prevaleció un acuerdo político impulsado
por los mismos factores internacionales que provocaron la caída de
Salvador Allende, es decir, EEUU, la CIA, la USAID, el Fondo Nacional
para la Democracia (NED, su sigla en inglés) y las grandes
corporaciones transnacionales, cuyos negocios de explotación de los
recursos naturales mejoraron notoriamente en estos últimos 18 años,
según todos los indicadores. Los sectores que producen mayores
ganancias al capital local e internacional son la minería del cobre,
que es 70% privada, y la industria de la celulosa que se extrae de los
bosques del territorio indígena, entre muchos otros rubros.

Neo-derecha "progresista"

La dictadura sigue presente, pero con otra apariencia, en el exitoso
modelo de "desarrollo democrático" que padece Chile, pero que se
exporta como imagen envidiable para otros países. La carta magna de la
dictadura, que data de 1980, ha sido legitimada por sucesivas reformas
constitucionales "de parche" concertadas por el gobierno con la
derecha parlamentaria. Cada vez que tienen la oportunidad, las
organizacionales patronales de la derecha económica manifiestan su
satisfacción por la marcha de sus negocios bajo la administración
concertacionista, particularmente bajo el sexenio presidencial de
Ricardo Lagos (2000-2006).

En estos 18 años de "transición a la democracia", la Concertación se
convirtió en una neo-derecha, con tintura socialista y social
cristiana, como ocurrió antes con los partidos "progresistas" en
Europa y en otras latitudes, donde la social democracia imitó a la
democracia cristiana como nueva expresión partidaria renovada de la
derecha tradicional. El socialismo de hoy no es el mismo de los
tiempos de Allende. El partido del presidente inmolado que pretendió
realizar reformas sociales involuciona por el mismo camino que
siguieron antes sus colegas socialistas de España y Francia, los
laboristas del Reino Unido, el partido "trabalhista" de Brasil y
tantos otros. El Chile de hoy se puede transitar libremente pero por
carreteras privadas. Santiago tiene una red de autopistas urbanas que
cobran. La gente se ve triste porque está endeudada, aunque existe
algo de trabajo, pero precario y "flexibilizado". Los empleadores no
tienen que
complicarse con la seguridad social de sus trabajadores. La
educación, la salud y la previsión social se han privatizado,
convirtiéndose en negocios o "industrias"

Una nueva clase política de apariencia "democrática y progresista" se
incrustó en la superestructura del poder del Estado para administrar
la expoliación del pueblo chileno y de sus recursos naturales con
mayor "eficiencia" que los militares y con pocos reclamos de los
trabajadores, gracias al control de la Concertación sobre la Central
Unica de Trabajadores (CUT). Esa clase política también ha puesto en
marcha un proceso de corrupción a expensas de los fondos públicos sin
precedentes en la historia política republicana del país.

Los rebeldes son jovenes

Los disidentes, incluidos cientos de miles de izquierdistas
allendistas, no tienen cabida en esta democracia, porque el sistema
electoral binominal les bloquea su acceso al Parlamento. Los jóvenes
se niegan a inscribirse voluntariamente en los registros electorales.
O sea, rehúsan adquirir el derecho al voto. Una vez inscritos tendrían
la obligación de concurrir a votar a riesgo de severas sanciones. Si
el derecho a voto no se ejerce, en Chile hay castigo. Y el gobierno
pretende legislar una inscripción automática al cumplirse la mayoría
de edad de 18 años, manteniendo la obligatoriedad del voto, en un
esfuerzo desesperado por recuperar la representatividad perdida.
Paradojalmente, quienes se oponen a esta medida totalitaria son los
propios herederos políticos del pinochetismo que ahora juegan al
populismo electoral al mejor estilo del Partido Popular español.

Cuando algunos sindicatos que no están bajo el control de la
Concertación y ciertos sectores de la sociedad chilena manifiestan su
descontento con el nuevo modelo político-económico que favorece a los
ricos, son brutalmente reprimidos por el gobierno nominalmente
"socialista", en nombre del sagrado sistema legal heredado de la
dictadura que garantiza la expoliación neoliberal. Los más afectados
han sido los sindicatos de trabajadores subcontratados –o tercerizados
con empleo precario y "flexible"–, los estudiantes y la etnia mapuche,
cuyo territorio permanece ocupado militarmente por años, sin nada que
envidiarle a Palestina. Y al igual que Israel, Chile hace caso omiso a
las recomendaciones de los organismos de derechos humanos de Naciones
Unidas. La región mapuche, con sus habitantes en extrema pobreza
perpetua, es un territorio ocupado por Carabineros bajo permanente
estado de sitio, mientras sus tierras son explotadas por las
industrias madereras de los grupos económicos más ricos de Chile.

El gobierno de la socialista Michele Bachelet eligió el camino de la
represión, hasta con 1.500 detenciones de jóvenes estudiantes en el
mes de julio 2008. La policía militarizada de Carabineros ejerce una
brutalidad sin restricciones, incluso en detenciones regulares
ordenadas por algún tribunal. El fallecimiento del jefe policial en un
accidente aéreo en Panamá, mientras andaba de compras con su familia y
ciertos allegados, fue convertido en tragedia nacional por el gobierno
y los medios de comunicación, con duelo oficial y un derroche
propagandístico que elevó al difunto a la categoría de un santo.

El rol de los medios

Todo esto ocurre mientras existe una creciente criminalización de la
protesta civil, que comenzó reduciendo a 14 años la responsabilidad
penal de los jóvenes. Los estudiantes que protestan en las calles
corren el riesgo de ser procesados como autores de crímenes, no de
desórdenes públicos, como ya ocurre en países como El Salvador, que
hizo suya la ley antiterrorista de EEUU, la Patriot Act. Sin embargo,
cuando un estudiante de 15 años es detenido y apaleado por Carabineros
en las calles de cualquier ciudad, debe permanecer detenido hasta que
sus padres vayan a rescatarlo a la comisaría. Es decir, hay un doble
estándar entre los derechos ciudadanos y la responsabilidad penal que
siempre opera contra los jóvenes.

El debate parlamentario se realizada entre cuatro paredes, casi igual
que en los tiempos de la dictadura, sólo que ahora la sala es más
grande y hay más protagonistas de la clase política disfrutando de un
salario que pagan "todos los chilenos". Tampoco hay debate público
democrático en la prensa, donde no hay acceso para todas las opiniones
ni existe cabida para los críticos y disidentes. Los grandes medios de
comunicación –cuya propiedad está súper concentrada– apoyan las
medidas represivas y demás políticas del gobierno que son del agrado
de los grupos económicos y de los poderes fácticos. Los medios
practican un doble juego de apoyo y crítica, aunque las portadas más
populares se dedican a temas banales. Dos empresarios controlan la
prensa escrita del país, Agustín Edwards y Alvaro Saieh, a través de
sus diarios insignia El Mercurio y La Tercera. La televisión exhibe el
mismo signo ideológico, estigmatiza las protestas
sociales, cultiva la banalidad y criminaliza peyorativamente a sus
protagonistas a través de todos los canales. El candidato presidencial
Sebastián Piñera, que es la versión local de Silvio Berlusconi, tiene
su propio canal de televisión, mientras otro responde al Vaticano, un
tercero pertenece al multimillonario Ricardo Claro, del Opus Dei,
otros dos pertenecen al magnate mexicano Angel González y el canal del
Estado es co-gobernador por los intereses comunes de un directorio
acordado en cuotas entre la derecha y la Concertación.

Diputados "elegidos" a dedo

Resulta imposible describir in extenso en una simple crónica al Chile
de hoy, a 35 años de la muerte de Salvador Allende. Hay múltiples
brochazos para pintar esta situación. Por ejemplo, en estos días los
chilenos se enteraron de la asunción de un nuevo diputado que jamás
fue sometido al voto popular. Se trata del reemplazante socialista del
fallecido Juan Bustos, presidente de la Cámara. La ley permitió que el
sucesor fuera designado a dedo por el partido del difunto. El premio
recayó en Marcelo Schilling, que se hizo célebre como organizador de
"La Oficina", una instancia de espionaje interno creada por Patricio
Aylwin (2000-2004) que Ricardo Lagos convirtió en la Agencia Nacional
de Inteligencia (ANI), para vigilar a los disidentes domésticos.

Los empresarios exportadores de productos primarios como uvas,
manzanas y peras llevan años quejándose de la devaluación del dólar,
que es un fenómeno mundial, no chileno. Con dinero proveniente de las
ventas del 30% del cobre que el Estado sigue poseyendo (Allende
nacionalizó el 100% de ese recurso), el Banco Central destinó 8 mil
millones de dólares para comprar dólares durante todo 2008, haciendo
subir artificialmente el precio de la divisa extranjera en el mercado
interno a fin de beneficiar a los exportadores. Con esta medida se
desató una inflación que eleva dramáticamente el costo de la vida y de
la energía, que es básicamente importada como gas de Argentina. De
paso, se violó una de las sagradas normas de la economía neoliberal,
al manipular "la mano libre del mercado", pero esto no le importa a
los diarios como El Mercurio, que defienden a sangre y fuego el
neoliberalismo. El ministro de Hacienda Andrés Velasco llegó a
decir que las últimas cifras de aumento del desempleo son buenas
porque indican que hay más gente buscando trabajo (sic).

…Y echaron a mi vecino…

Chile fue el país más golpeado por el retrógrado experimento
neoliberal mundial que comenzó en los años 70. Precisamente para esa
experimentación con un pueblo atado, encarcelado o asesinado, sin
capacidad de reclamar, se estableció una dictadura militar. Hoy sus
cifras macroeconómicas son buenas, se muestran como ejemplares para
otros países, pero los números benefician exclusivamente a los que ya
son ricos y al capital extranjero. Los grandes empresarios suelen
decir por televisión que ahora sí el país va por "el camino correcto"
del crecimiento. Pero crecimiento ¿para dónde? ¿Hacía qué?... Mientras
yo escribía esta historia en esta mañana de lunes, vino la policía, un
tribunal y la fuerza policial a desalojar y lanzar a la calle a mi
vecino de clase media porque no ha pagado su departamento… Como diría
Bertold Brecht, ¿cuándo vendrán por mí?...
* * * * * * *
Entrevista al sociólogo norteamericano James Petras
" Celia era un referente para las nuevas generaciones en los debates de Cuba"
Efraín Chury Iribarne
Radio Centenario
Chury: Le estamos dando los buenos días.
Petras buen día, ¿cómo estás?
Petras: Estamos muy bien.
Chury: ¿En qué estás trabajando en este momento?
Petras: En este mismo minuto esta terminando una frase sobre un
comentario que voy a hacer sobre el último libro de un importante
intelectual dirigente activista, militante del Caribe, Narciso Isa
Conde.
Escribió un libro en donde extiende el concepto de explotación hacia
la delincuencia y criminalidad de la burguesía que está profundizando
las formas de explotación.
Permítanme explicar: en general los dirigentes sindicales y la
izquierda enfocan sobre la explotación de la mano de obra en el
trabajo.
Ahora, si uno toma la totalidad de la vida de los trabajadores, los
obreros, los empleados, uno puede detectar en el último período muchas
otras formas de explotación que multiplica las desigualdades y la
politización de las condiciones de vida, entre la clase dominante y
los obreros.
Por ejemplo, en el trabajo el capital gana las ganancias y los obreros
sufren el bajo salario, pero más allá, tenemos los banqueros que
explotan a los obreros a partir de tazas de interés en los préstamos.
Entonces tenemos ganancias por el trabajo y tenemos ganancia por los
préstamos. También tenemos los alquileres y los dueños de
inmobiliarias se apropian también la renta del alquiler. También
tenemos el Estado burgués que impone impuestos regresivos para
subvencionar el gran capital, otra transferencia desde los
trabajadores hacia las clases dominantes.
Después tenemos las loterías donde el juego manejado por los lumpen
burgueses y el Estado transfiere parte del ingreso hacia las clases
medias acomodadas, que manejan estos lugares de juego y también el
Estado burgués que utiliza los ingresos para bajar los impuestos de
ingreso a los capitales.
Finalmente tenemos las actividades ilícitas que incluyen multitud de
actividades desde la corrupción de la policía en el barrio hasta la
extorsión que practican los grandes delincuentes a partir de drogas y
otras actividades que también resultan transfarencias de ingresos
desde abajo hacia arriba.
En otras palabras tenemos seis formas de extraer plusvalía desde los
trabajadores hacia arriba.
La lucha no es simplemente una lucha en el punto de producción, pero
hay una totalidad de fuerzas en el sistema capitalista que fortalecen
las desigualdades y son múltiples los frentes de movilizar a la gente,
para introducir la igualdad de la justicia social.
Eso es lo que trato porque muchas veces por ejemplo el juego mucha
gente no lo incluye en la explotación; pero si hacemos un análisis
clasista, entendemos que transferencias que se dan en el juego, van de
las clases populares que están sembrando la ilusión que pueden ganar
un millón de pesos, o lo que sea, y las chances son tan remotas que
realmente es simplemente otra estafa.
Esta transferencias tiene resultados clasistas. Los pobres, los
obreros gastan más y ganan menos y las clases dominantes ganan más y
pierden menos.
Pero nadie realiza este análisis desde un ángulo clasista dentro del
sistema capitalista.
No es simple moralismo de quitar este juego, es también una lucha de
clases que está utilizado primero para crear privación, después
sembrar ilusiones de ganar y después para extraer otra vez más -de lo
poco que queda- de la plusvalía ganada por los obreros.
Chury: En mayo de este año el enviado especial del alto comisionado de
los DDHH de la ONU Philips Alston hizo público el borrador con el
resumen de su viaje a Afganistán y el documento contiene datos
secretos sobre actividades ilícitas de ciertos destacamentos militares
especiales que actúan bajo el control y mando de los servicios
secretos extranjeros ejerciendo funciones punitivas en territorio
afgano, pero se cuida Philips Alston de mencionar que servicios
secretos son. Nos dicen que también lo que esta pasando ahora es que
vendría a revelar un poco todo esto, porque cobra importancia lo
siguiente: las bajas de la OTAN en Afganistán que empujan al bloque a
buscar nuevos mercenarios inclusive en los países de América Latina
donde el encargado principal de la búsqueda es España.
Tanto es así que a principios de julio el Ministro de Defensa
colombiano encontrándose en Madrid con una visita de trabajo habló
directa y claramente sobre la posibilidad de participación de un
destacamento de las FFAA de Colombia en lo que llamarían Misión de Paz
en Afganistán.
¿Es conocido esto Petras?
Petras: Aquí en los EEUU desde hace cuatro años o más, por lo menos
cuatro años el gobierno norteamericano está reclutando
latinoamericanos por todas sus misiones, ofreciendo dos cosas:
primero, altos salarios en relación con los salarios que reciben los
soldados en América Latina.
El salario promedio es entre 2000 y 3000 dólares mensuales para
soldados en lugares de combate.
En segundo lugar ofrecen ciudadanía por ejemplo a mexicanos si
voluntariamente entran en este tipo de fuerza.
Incluso han entrado escuelas en México. Tenemos noticias que han
participado en Secundarias y visitado pueblos y con correspondencia de
mexicanos-americanos, han conseguido otro grupos de mercenarios,
incluso a los indocumentados de este país les ofrecen esta "vía
rápida" a la ciudadanía.
En tercer lugar, hay muchos que participaron en los grupos de asesinos
en Perú, durante la masacre durante las épocas anteriores en la
supuesta "lucha contra el terrorismo" de Sendero Luminoso. Hay grupos
especiales entrenados por las mismas fuerzas especiales de EEUU que
han pasado a incluir en estos grupos de combate.
En Colombia, hace tiempo que los grupos de escuadrones de la muerte
son un blanco para reclutamiento.
Los israelitas han utilizado sus contratos con el gobierno colombiano
para crear empleados mercenarios, que podrían contratar con el
Pentágono norteamericano para servir en estos combates.
No hay que olvidar que el porcentaje de fuerzas armadas privadas en
Irak, en Afganistán, son más de cien mil. Es decir, son empresas
privadas que se llaman de "seguridad" que reciben más de 30.000
millones de dólares sólo para contratar mercenarios. Es el gran
negocio. Ellos dan soldados profesionales de todo el mundo, no sólo de
América Latina, de Sudáfrica cualquier lugar donde queda un excedente
de la basura violenta en el mundo están integrados en estas compañías
de seguridad que han terminado sus tareas o han perdido o ganado,
depende, y se quedan desocupados o en ocupaciones mal pagas, este
ofrecimiento de las compañías privadas de seguridad. Es una salida
lucrativa e incluso no solo económica porque sicológicamente, esta
gente que está acostumbrados a matar, a imponer, a tirar antes de
preguntar.Son gente que encuentran un oficio bien pago y sirviendo al
imperio norteamericano. Esto incluye colombianos, peruanos y muchos
otros
lugares, chilenos del tipo de Pinochet, etc.
Los gobiernos de centroizquierda o de centro, o lo que sea, no tienen
ningún problema con lo que EEUU y las compañías norteamericanas están
reclutando personas, individuos de su país en estas acciones, estas
ocupaciones imperialistas.
Chury: Tengo por aquí a Sandra nuestra directora de la radio que tiene
una noticia urgente para consultarte.
Sandra Barón: Buen día, ¿cómo estas Petras?
Lamentablemente con una mala noticia.
Nos acabamos de enterar que falleció Celia Hart en un accidente
automovilístico ella y su hermano Abel que eran los hijos de Haydee
Santamaría y de Armando Hart Dávalos.
Lo queríamos compartir contigo reflexionar sobre eso y algo que nos
tocó un poco porque el jueves le hacíamos una entrevista a Celia sobre
el huracán en Cuba y que diferente era cuando un huracán pasaba por un
país donde había una revolución y que diferente cuando pasaba por
Haití por ejemplo, donde están las fuerzas de ocupación.
Ayer domingo Celia nos enviaba un pedido de que lo que se trató acá en
el grupo consultivo, que ratificó el apoyo a Haití, ella ayer a las
11:30 de la mañana nos mandaba este correo:
"Hermana, es espantoso, como es que mandamos policías en Haití, que
esta pasando con esta cansada izquierda, ahora andamos en otro huracán
en Cuba que despedazó también a Haití. Escribiré un artículo sobre
eso".
Estas líneas las recibíamos ayer en la mañana, de Celia Hart, y hoy
nos encontramos con esta noticia que murió junto a su hermano Abel
Hart Santamaría los hijos de los dos intelectuales cubanos.
Petras: Sí.
Es una gran tragedia.
Chury: Celia y Abel Hart, hijos de dos dirigentes históricos cubanos
cercanos al líder Fidel Castro, fueron sepultados este lunes en La
Habana tras fallecer en un accidente de tránsito el pasado domingo.
Ambos eran hijos de Haydée Santamaría (1922-80), una de las
consideradas heroínas de la revolución cubana y Armando Hart, de 78
años. Celia, de 45 años, y Abel, de 48, murieron cuando el auto en que
viajaban chocó con un árbol en el barrio de Miramar, en el este de la
capital cubana.
Hoy le pedimos una reflexión a James Petras y se nos cortó la llamada,
por eso la restablecemos en este momento.
Petras:
Quiero decir varias cosas, sólo sobre Celia porque sus padres ya son
ampliamente conocidos.
Celia en sí misma era una gran creadora, una gran revolucionaria, que
ha escrito ensayos muy importantes, debatiendo sobre los problemas
contemporáneos del socialismo.
Era una mujer muy apasionada, pero a la vez razonable y lógica. Era
una combinación de científica y romántica, poeta y gran analista
política, con grandes tradiciones que ella abrazaba, del marxismo
abierto, comprometido e internacionalista.
No tenía problemas de hacer críticas de las grandes figuras de la
Revolución, peor también no daba ningún espacio a cualquier
contrarrevolucionario reformista o revisionista.
Yo mantuve un permanente intercambio muy fructífero con ella por más
de una década, intercambiamos ideas, a veces diferencias, pero siempre
reconozco el gran compromiso que tenía, el gran amor que tenía por el
proceso de lucha de los pueblos, en distintas regiones del mundo.
Era internacionalista no sólo de palabra. Viajaba. Nos encontramos en
Brasil con los Sin Tierra, en Ecuador para acompañar la lucha
indígena, seguía y reivindicaba las ideas de Luxemburgo, de Che
Guevara y los demás. Tuvo gran respeto por Marulanda y por Chávez.
Pero en su propio mundo, en la propia Cuba, ella elaboraba una
comprensión del Socialismo que planteaba la democracia del poder
popular en el eje de proceso de renovación y profundización.
No hay una persona que yo haya conocido en Cuba, tan abierta, y
siempre aprendiendo no sólo de los textos sino de las realidades
prácticas que encontraba en la vida cotidiana.
Hemos perdido una gran revolucionaria, no sólo por ser hija de Armando
Hart y Haydé Santamaría, sino por el hecho de que Celia misma era un
referente para las nuevas generaciones en los debates de Cuba, una
marxista y abierta.
35
1973 -PINOCHET - La Misma Hueva - BACHELET-2008

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