martes, 30 de junio de 2009

No hay condiciones en el país para un golpe de Estado; condena el ocurrido en Honduras
En México, el Ejército es respetuoso de la democracia, afirma López Obrador

Ciro Pérez
Enviado

Villa La Venta, Tab., 29 de junio. A pesar de que (Felipe) Calderón ha utilizado irresponsablemente al Ejército para todo, en México no hay condiciones para un golpe militar, porque las fuerzas armadas son respetuosas de la democracia, aseguró en Tabasco Andrés Manuel López Obrador al ser interrogado sobre la situación en Honduras.

Estoy totalmente en contra de ese golpe de Estado, no se puede regresar a la época de las dictaduras militares en ningún país de América Latina ni del mundo, enfatizó el ex candidato presidencial. Interrogado sobre la factibilidad de que algo similar ocurra en el país, López Obrador sostuvo: Esto no es posible, porque los mexicanos tenemos una tradición civilista y el Ejército Mexicano no tiene los apetitos de poder que muestran las fuerzas armadas de otras naciones.

Más tarde, al iniciar una gira por esta entidad, el tabasqueño dijo que a pesar de la frustración en la que ha caído gran parte del pueblo de México, porque parece no haber salidas a la grave situación económica, de seguridad y a la falta de empleos y oportunidades, no podemos dejar de luchar, no podemos darnos por vencidos y tenemos que seguir empujando este movimiento, que es la única forma de cambiar por la vía pacífica la vida pública del país.

En un recorrido por villas y regiones de los municipios de Cárdenas y Huimanguillo para apoyar a los candidatos del PRD a una diputación federal, el tabasqueño fue insistente en el llamado a la movilización social frente a las continuas expresiones de molestia e inconformidad que le expresaron los miles de militantes y simpatizantes con los que se reunió ayer.

No es fácil que les diga yo esto a muchos de ustedes que tienen ya más de 20 años luchando por un cambio en México, pero a pesar de lo difícil que pueda ser la transformación de la vida pública del país, no podemos claudicar, subrayó.

Agregó que aun cuando tiene claro que esa transformación no se va dar de arriba hacia abajo, ni desde la Cámara de Diputados, porque sabemos que muchos de los que llegan se echan a perder y cambian hasta su forma de caminar cuando se sienten legisladores, se requiere de un grupo pequeño pero consistente y comprometido con este movimiento para frenar las iniciativas que afectan a los mexicanos, y es por eso que ha recorrido el país para promover el voto en favor de los candidatos de PRD, PT y Convergencia, que integran el Frente Amplio Progresista.

Mencionó que una de esas iniciativas que deberán frenar los futuros diputados surgidos del movimiento que encabeza es la del IVA en alimentos y medicinas, que pretenden revivir el PRI y el PAN pasadas las elecciones del 5 de julio.

No le quieren cobrar impuestos a los de arriba, a ese grupo de 30 empresarios que es el que en realidad gobierna el país. Por ejemplo, Cementos Mexicanos (Cemex) paga sólo 4 por ciento de impuestos; Teléfonos de México (Telmex) también paga sólo 4 por ciento, pero hay casos como el de la Coca-Cola, que paga 2 por ciento de impuestos, o Bimbo y Maseca, que no pagan más de uno por ciento cada uno, mientras que cualquier empleado público, cualquier asalariado tiene que pagar hasta 30 por ciento de impuestos, y eso es lo que quieren: en vez de cobrarle a los de arriba van a querer darle otra vuelta a la tuerca para cobrarle más a la gente que ya no tiene nada, pero es claro que eso a ellos no les importa, subrayó.

Al igual que lo hizo en Veracruz la semana pasada, López Obrador llamó a no comprometer el voto por una despensa, un bulto de cemento, unas cuantas láminas, un pavo o dinero en efectivo, porque el que lo haga está vendiendo su dignidad y su libertad; aquí está permitido decir una mentira, decirle al que les ofrezca que sí, que no se preocupe, que van a votar por él. Como les he dicho, hay que agarrar todo lo que ofrezcan, porque no es de su bolsa sino del presupuesto, que es dinero de todos; hay que comerles la carnada, pero no morder el anzuelo, acuérdense que el voto es secreto.

Destacó que toda esta corrupción alrededor de las elecciones forma parte de la degradación de valores que padece el país, por eso quitémonos ya de la cabeza que el cambio va a venir de arriba para abajo, porque sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación. ¡Miren cómo tienen al país esos 30 barones del dinero, que son los que realmente mandan en México! ¡Cómo tienen al pueblo! Está en la pobreza y cada día peor, y no hay modo de justificar cómo un país como el nuestro, rico en recursos naturales y que, a pesar de que lo han saqueado, todavía conserva minerales, petróleo, muchas cosas, está empobrecido. Eso es lo que hay que cambiar, concluyó.

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El Movimiento Ciudadano por la Justicia anuncia una marcha para el sábado en varios estados

Adquiere carácter nacional la protesta contra la impunidad en Hermosillo

Las movilizaciones se realizarán en diversas ciudades, entre ellas el Distrito Federal, se informa

La respuesta de la ciudadanía sonorense, el pasado 27 de junio, rebasó todas las expectativas

Foto
La marcha del pasado sábado en HermosilloFoto Ulises Gutiérrez
Ulises Gutiérrez Ruelas
Corresponsal

Hermosillo, Son., 29 de junio. Catalina Soto Cota, portavoz del Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de junio, anunció la realización de la Marcha Nacional contra la Impunidad, a realizarse el próximo 4 de julio en diversas ciudades de México, entre ellas el Distrito Federal.

En conferencia de prensa, dijo que cada día más redes y organizaciones abrazan la causa del movimiento ciudadano hermosillense, para que no quede impune el crimen de la guardería ABC, que ya ha causado la muerte de 48 niños.

“La multitudinaria participación de la ciudadanía hermosillense –y de otras partes del estado–, el pasado 27 de junio, rebasó todas nuestras expectativas. El balance que hemos hecho en el Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio de la cuarta marcha que convocamos a nivel estatal arroja que en Hermosillo una vez más se superaron nuestras previsiones; resultó una megamarcha con una participación superior a las 13 mil personas”, afirmó.

Indicó que el fin de semana anterior recibieron informes de manifestaciones en La Paz, Baja California Sur, así como en Ciudad Obregón y Cananea, Sonora, que se realizaron con las mismas exigencias que las de Hermosillo.

El reto que nos hemos planteado para el próximo sábado 4 de julio es realizar una movilización de carácter nacional, con dos actos centrales en Hermosillo y la ciudad de México, agregó Soto Cota, quien dio a conocer que esas concentraciones masivas se realizarían durante la mañana del próximo sábado.

También informó de la apertura de una cuenta bancaria para recibir donaciones en favor de las víctimas hospitalizadas y sus familias, quienes enfrentan carencias económicas que en algunos casos las ha llevado a aceptar el dinero que les ofreció el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que resultó ser una trampa, ya que con 150 mil pesos el instituto se quiere librar de demandas por reparación de daño civil. “Compartimos que la organización civil Mujeres sin Miedo ha notificado la apertura de la cuenta 0621312438, a nombre de María del Carmen Huete Lira y/o Ofelia Medina, en Banorte, clabe 072180006213124382. Reportar sus depósitos a justiciaguarderiabc@gmail.com y/o de lunes a viernes de 10 a 15 horas, a los teléfonos del Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de Mëxico AC: 55 5665-9190 y 55 5171-3705.”

Por otra parte, se informó que el juzgado octavo de distrito decretó la formal prisión a siete empleados de la Secretaría de Hacienda estatal consignados el lunes anterior, quienes al pagar fianzas de 20 mil pesos que se les fijaron previamente no pisarán la cárcel en tanto no concluya el proceso.

Padres de víctimas de la tragedia dieron a conocer que este martes llevarán a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) una solicitud para que el máximo tribunal coordine la investigación del incendio del pasado 5 de junio, por considerar que las procuradurías de Justicia estatal y General de la República (PGR) buscan proteger a los culpables y no llegar al fondo de las responsabilidades tras la muerte de 48 pequeños.

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Llamando a Honduras-Fisgón

Astillero

Votar ¿por la izquierda?

Última llamada

Calderón y sus honduras

Julio Hernández López
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Felipe Calderón, durante la reunión extraordinaria del Grupo de Río, ayer en la ciudad de Managua. Junto al michoacano, los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega; de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael CorreaFoto Notimex

Los desfiguros que han acabado haciendo las presuntas opciones electorales de izquierda no son más que una manifestación maloliente de una putrefacción largamente cultivada. A título de pragmatismos cuasi religiosos que acaban siendo coartada de una eterna comprensibilidad amable (no es tiempo para las críticas, no hay que darle balas al enemigo), lo que habrá de ser llamada izquierda mexicana (Izquimex, para recurrir a una abreviatura de aire entre medicinal y paraestatal) ha transitado con dificultades entre siglas presuntamente mágicas (la más reciente, el PRD) y líderes de esperadas virtudes salvíficas (el subcomandante Marcos, Cuauhtémoc Cárdenas y, actualmente, Andrés Manuel López Obrador, todos, en su momento, intocables, exentos de cuestionamientos, muchas veces defendidos sólo por ser ellos, con fanatismo luego convertido en acritud y decepción), posponiendo siempre el análisis profundo de su realidad, eludiendo la obligación intelectual de la autocrítica y cargando la tinta de las ilusiones en las presuntas virtudes sublimes de los caudillos de la hora, de los escudos y colores preferidos, de los planes genéricos y similares.

Llegado México a niveles extremos de descomposición, asomando incluso en el horizonte la mecha de la inconformidad social sin salidas ni esperanza, poco ofrece de verdad la lucha electoral de la Izquimex frente a la barbarie diariamente en avance que fabrica la derecha rapaz y violenta. No se hablará aquí de la farsa oportunista y con cuerda oficialista del partido que antes fue del Mercado y ahora pretende ser Social Demócrata. Lo medianamente rescatable está entre las estructuras variopintas de lo que ha sido el PRD y las expectativas sociales del movimiento lopezobradorista. Pero esas posibilidades no tienen hoy salida electoral confiable en lo general sino a partir de destellos personales (el ejemplo de compromiso cívico de Laura Esquivel y la toma de posición pública de Guadalupe Loaeza, por ejemplo, en el PRD, o la lucha de candidatos a diputados federales del PT en Iztapalapa, como Jaime Cárdenas y Mario di Costanzo), con una gran carga de desconfianza respecto a las estructuras alternas (los partidos dirigidos en los hechos por Alberto Anaya y Dante Delgado) y la evidencia de que no se tiene mayor proyecto político y social que el recurso de las elecciones y el entretenimiento eterno del tejido y rotura de alianzas, de la grilla electorera, del agotamiento en lo inmediato.

Ésta será la última vez que concurran a las urnas los miembros del ente difuso denominable Izquimex bajo las actuales conformaciones partidistas. López Obrador está obligado a presentar una propuesta de cambio y esperanza reales que rescate e incluya al perredismo no enchuchado y dé viabilidad al movimiento social no necesariamente partidista que ha resistido al calderonismo. El tic tac histórico obliga a redefiniciones profundas. Lo (más) importante comienza el próximo 6 de julio.

Astillas

A pesar de su origen y esencia, Felipe Calderón se colocó en el lado correcto respecto a la crisis hondureña, pues su administración abrió las puertas a la canciller del gobierno de Manuel Zelaya y el propio F.C. viajó a las reuniones de Nicaragua en las que se acordaron formas de presión para restituir en su cargo a la oveja (muy) descarriada de la derecha de Honduras. Es posible que la brújula de Los Pinos haya tomado rápida nota de que Estados Unidos no estaba promoviendo el golpe de Estado y que el nuevo estilo Obama no permitiría ser afeado con complicidades golpistas. Lo cierto es que aun cuando Calderón es una notabilísima excepción derechista militarizada en Latinoamérica, fue y se metió en el rejuego del izquierdismo de diversos grados que campea presidencialmente en la región...

El cantante de Café Tacvba, Rubén Albarrán (uno de sus muchos nombres ficticios, aunque éste sea el verdadero), explicó a los salvadoreños que hubo de suspenderse un concierto en fechas pasadas porque en México se dieron, con motivo de la influenza magnificada, movidas políticas para implementar el caos como forma de control y distraer a la opinión pública; esas movidas, explicó, buscaron reactivar economías, en un contexto en el que hubo mucho juego de poder, sucio y turbulento. A la salud de tan preclaras palabras del principal voceador tacvbo (que entre muchas otras formas se ha hecho llamar Pinche Juan, Nrü, Élfego Buendía y Rita Cantalagua), la sinfonola del Astillero desvelado hará sonar Esa noche...

Arturo Herrera, quien fue secretario de finanzas del gobierno del Distrito Federal de 2003 a 2006 y actualmente trabaja en la banca privada, escribió en la sección Tribuna del diario español El País un artículo titulado El buen juez por su casa empieza: los sueldos del Supremo en México, en uno de cuyos párrafos establece lo siguiente: Sólo para efectos comparativos baste decir que en Estados Unidos los ministros de la Corte ganan 208 mil dólares anuales, es decir 40 por ciento menos que los mexicanos. Pero si corregimos lo que los economistas llamamos el poder de paridad de compra (es decir, el costo de la vida, el cual por supuesto es mayor en Washington DC que en la ciudad de México) entonces el salario de los ministros mexicanos sería equivalente a ¡527 mil dólares! 2.5 veces el de sus homólogos del norte...

Corazón Rodríguez propone que al hablar aquí de Antes de Calderón y Después de Calderón se use en minúscula la segunda parte de las siglas: A.c. y D.c...

Y, mientras hoy, a nombre de sus compañeros que no pudieron hacer el viaje, tres padres de víctimas de la guardería ABC solicitan a la Suprema Corta de Justicia que se encargue de hacer las investigaciones sobre aquella tragedia, porque dudan de la imparcialidad de las procuradurías estatal y federal de justicia, ¡hasta mañana, viendo cómo siguen produciéndose confusos incidentes de nota roja política en zonas electoralmente adversas al PAN (ayer, en Guerrero, con el incendio de la camioneta de un candidato blanquiazul a diputado)!


Presidente espurio-Hernández

La conversión de Manuel Mel Zelaya
Luis Hernández Navarro
M

anuel Mel Zelaya mide casi 1.90 de estatura, tiene un espeso bigote negro, usa sombrero de ala ancha y calza botas vaqueras. Hijo de terratenientes, estudió la carrera de ingeniería civil, pero no la terminó. Antes de involucrarse en política se dedicó a hacer exitosos negocios forestales y ganaderos. En 1987 fue nombrado directivo del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) y presidente de la asociación gremial de los madereros.

Mel ingresó en 1970 al Partido Liberal Hondureño (PLH), organización de amplia y documentada trayectoria anticomunista, con el que fue diputado en varias ocasiones y desde donde ocupó diversos cargos públicos. Los liberales y el Partido Nacional de Honduras (PNH) son las dos principales formaciones partidarias, entre las cinco existentes. Sin embargo, a la hora de gobernar, no hay entre ambos discrepancias esenciales. “Lo único que los diferencia –asegura un dirigente obrero– es el color de las banderas: una es azul y la otra roja y blanco.”

En 2006, Manuel Zelaya tomó posesión como presidente de Honduras. Durante la campaña se presentó como un genuino y honrado hombre de campo, de palabra directa y franca, desligado de la clase política tradicional, creyente temeroso de Dios, dotado de mano firme para combatir la corrupción, campechano, aficionado a tocar la guitarra y a montar caballos. Dispuesto a satisfacer las peticiones de democracia participativa y reforma política, reivindicó el poder ciudadano.

Ya como mandatario, apoyó el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (CAFTA, por sus siglas en inglés), en medio de fuertes protestas en su contra. Ello no le impidió acercarse al gobierno de Hugo Chávez y formar parte de Petrocaribe, alianza en materia petrolera signada por varios países caribeños para adquirir combustible venezolano en condiciones de financiamiento preferencial, pagando 50 por ciento en un plazo de 90 días y el resto en 25 años, con una tasa de interés de uno por ciento.

Con el paso del tiempo, su discurso político combinó su adscripción al liberalismo socialista (para que todos los beneficios del sistema vayan allá, donde más se necesitan: las mujeres, los hombres, los niños, los campesinos, los productores), la crítica al intervencionismo estadunidense, el apoyo a Cuba y las invocaciones a Dios.

Al frente de una nación extremadamente pobre y sin cohesión social, con un gobierno descapitalizado, y con grandes dificultades para obtener financiamiento internacional, Zelaya coronó el pastel de su conversión ideológica incorporándose a la Alternativa Bolivariana para las Américas y el Caribe (Alba). La propuesta de integración regional de los países de América Latina y el Caribe, impulsada originalmente por Cuba y Venezuela, que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, le permitió, según Pavel Uranga, obtener dinero rápido para atender las demandas del país.

En un primer momento, el alejamiento del presidente Zelaya con la oligarquía no fue necesariamente bien recibido por amplios sectores del movimiento popular hondureño. Según el luchador social Lorenzo Reyes, ni él ni la mayoría de sus compatriotas dieron ninguna importancia al hecho de que Zelaya visitara Nicaragua u otros países, ni que hablara con Chávez o con cualquier líder mundial de izquierda, porque al fin y al cabo lo hacía como diversión o rélax, ya que al final no cambiará su ideología de derecha. “Para el pueblo –asegura– y para nosotros como Movimiento Popular no significa nada porque en Honduras el hombre no se define: un día dice cosas de derecha, otro día actúa un poco sesgado a la izquierda y está en dos aguas… es decir, no es de aquí ni de allá.”

El movimiento popular hondureño tiene, desde hace muchos años, un vigor y un protagonismo notable. Integrado por sindicatos clasistas, organizaciones campesinas, pueblos indígenas, asociaciones de profesionistas y estudiantes, surgidos, en parte, del trabajo organizativo de grupos de la teología de la liberación y de la izquierda revolucionaria, se ha dado a sí mismo instrumentos unitarios como el Bloque Popular. Durante los primeros 32 meses de gobierno, Zelaya enfrentó, cuando menos, 722 conflictos sociales de diversa magnitud, incluido los paros cívicos nacionales de 2008, que paralizaron al país por demandas como el control de los precios de la canasta básica, la no municipalización de los proyectos de agua potable y la aprobación de un aumento general de salario.

Lejos de circunscribirse a la lucha por sus reivindicaciones inmediatas, el movimiento posee una visión de cambio social profunda. Como ha señalado Rafael Alegría, coordinador de la Vía Campesina Centroamericana, los movimientos sociales tenemos el derecho de construir un nuevo ordenamiento jurídico que favorezca a todos los sectores sociales del país que siempre han estado excluidos y marginados. Por lo tanto, nos pronunciamos en favor de la consulta popular. La nueva Constitución debe servir para refundar el Estado y darle todo el poder al pueblo, que es el soberano.

Este movimiento ha cambiado, desde abajo, la correlación de fuerzas y creado una situación inédita. Son sus integrantes quienes han salido a la calle a defender a un presidente dispuesto a emprender la ruta de la transformación social. En mucho, la conversión de Zelaya es producto de la presión popular en el marco de un nuevo contexto regional. En un país en el que los dos principales partidos se distinguen sólo por el color de sus emblemas, las organizaciones populares han apostado por la construcción una nación realmente diferente: una que abandone la ruta del neoliberalismo. En el camino, hicieron de su presidente un político distinto al que era cuando llegó al poder.


Golpe de Estado en Honduras

Las inmediaciones de la casa presidencial fueron escenario de enfrentamientos entre seguidores del presidente derrocado, Manuel Zelaya, y fuerzas militares. Los manifestantes lanzaron piedras y botellas a los soldados que resguardaban el inmueble, mientras los uniformados dispararon al aire. En otros sitios, los jóvenes levantaron barricadas y quemaron llantas, y al menos tres veces hicieron retroceder a la policía, la cual respondió con gases lacrimógenos. Los socorristas reportaron decenas de heridos por balas de goma

El mandatario constitucional anuncia que regresará a su país el jueves, luego de ir a EU

Zelayistas desafían el toque de queda; hay decenas de heridos

Inmediaciones de la Casa Presidencial, escenario de la represión; soldados usan gas lacrimógeno

Civiles responden con piedras; militares dispersan a manifestantes con disparos al aire

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Integrantes de las fuerzas armadas detuvieron en Tegucigalpa a un número indeterminado de partidarios del presidente Manuel ZelayaFoto Ap
Arturo Cano
Enviado

Tegucigalpa, 29 de junio. Con todo y toque de queda, los seguidores del mandatario Manuel Zelaya permanecieron frente a la Casa Presidencial la primera noche de la ausencia de éste, y piensan seguir en las calles, alentados por el respaldo internacional que solamente el gobierno surgido del golpe militar no quiere ver.

Quieren quitar a Zelaya a cualquier costo, pero lo único que han conseguido es mostrarnos como un país salvaje, donde no se respetan las reglas de la democracia. ¿O se recuerda otro caso en el mundo en que una encuesta haya originado un golpe de Estado?, pregunta Rafael Alegría, dirigente hondureño de la Vía Campesina, mientras recorre, con toda la discreción que le es posible, las inmediaciones de la Casa Presidencial, escenario de escaramuzas a lo largo de la tarde, con saldo de al menos 50 heridos y un número indeterminado de detenidos.

A media tarde, los soldados avanzan en formación espartana. Traen escudos de granaderos, para protegerse de las piedras que lanzan los manifestantes, pero no dejan sus armas largas.

Por delante del grupo de militares, tres hacen de vanguardia, con las armas listas.

La mayoría de los defensores de Zelaya echan a correr. Sólo unos cuantos jóvenes se atreven a permanecer cerca de los soldados. Pocos lanzan piedras. Los militares responden con tiros al aire. Con 10 minutos de disparos ahuyentan a los zelayistas.

Sacó de sus jaulas a los gorilas

A unas calles de distancia, en el otro extremo del cerco que el ejército traza en la zona, ocurre una batalla campal. Los de este lado no son tan pacíficos, dice un líder de colonos. Llueven piedras y botellas sobre los efectivos castrenses. Los jóvenes han levantado barricadas y queman llantas viejas. Al menos tres veces hacen retroceder a la policía.

El aire se llena de gas lacrimógeno, del tronido de un helicóptero y del ulular de las sirenas de la Cruz Roja. Más tarde, los socorristas reportarán decenas de heridos por balas de goma.

Eso dicen que me tiraron a los pies, narra un anciano, empleado público, quien masculla su rabia a pocos pasos de los soldados. “Esa basura de Roberto Micheletti (presidente de facto) sacó de sus jaulas a los gorilas. ¡Carajo! Si fuéramos como el pueblo venezolano, ni se hubieran llevado a Mel (así llaman sus seguidores a Zelaya).”

La estudiante Karina Ávila tiene otra explicación: la mayoría de la gente cree que el presidente Zelaya renunció. Los medios de comunicación están secuestrados y nosotros, como pueblo, también.

Los golpistas sacaron del aire no sólo a las estaciones radiofónicas independientes, sino también a cadenas como CNN y Telesur, de modo que la información que reciben la mayoría de los hondureños es sólo la versión oficial. Ya entrada la noche, por ejemplo, Radio América recomienda a los automovilistas evitar una carretera. No hay manera de cruzar por ahí, dicen los locutores, sin mencionar que el motivo es un bloqueo de los apoyadores de Zelaya.

La misma estación dedica 30 segundos a informar la postura del Departamento de Estado de Estados Unidos y cuatro veces más a las declaraciones de un dirigente opositor a Hugo Chávez, quien condena la injerencia del presidente venezolano en los asuntos del país centroamericano.

La mayor parte de la emisión, sin embargo, se dedica a reportar los estragos de un tremendo aguacero sobre Tegucigalpa.

De boca en boca, y por algunas notas que escapan a la censura, se sabe que las protestas no se limitan a la capital.

¡Somos un pueblo desarmado!

Tenemos la decisión de ir hasta las últimas consecuencias, y en esa ruta las próximas 48 horas serán cruciales, afirma Rafael Alegría. Los sectores que apoyan a Zelaya no se han limitado a armar piquetes en los alrededores de la Casa Presidencial.

Aquí se daba un golpe de Estado y no pasaba nada. Pero ahora vamos a responder con acciones más fuerte y bien planificadas, asevera Eulogio Chávez, presidente del Colegio de Profesores de Educación Media.

Los maestros decretaron este día un paro indefinido de labores, y aseguran que a partir de este martes se les sumará el resto de empleados públicos y, poco a poco, los del sector privado.

Las organizaciones populares con presencia nacional, agrega Alegría, han dado instrucciones de realizar protestas en todo el territorio, y ya se han efectuado marchas y bloqueos de carreteras, al menos en los departamentos de Colón y de Atlántida. Diez mil campesinos de Olancho, la región de origen de Zelaya, trataron de llegar a Tegucigalpa. Fueron detenidos en retenes que el ejército ha instalado en las vías que conducen a la capital.

Las cadenas comerciales de radio y televisión no informan acerca de estos hechos, pues se dedican, abunda Alegría, a venderle a la gente la idea de que no pasa nada, y al mismo tiempo a decirle que mejor no salga a la calle.

Buena parte de los comercios de la zona de conflicto permanecían abiertos, pese a que el domingo cerraron sus puertas. Pero volvieron a cerrar cuando comenzó el desalojo de manifestantes.

Este martes podrían seguir igual, pues el Frente de Resistencia Popular espera que se sumen los estudiantes y otros sectores que no han estado presentes en las protestas.

En el frente externo, Zelaya tiene el apoyo de la Organización de Estados Americanos y de prácticamente toda la comunidad internacional, que ha condenado el golpe. Aquí, sus apoyadores son maestros, campesinos pobres, colonos, trabajadores. El Partido Liberal, que lo llevó al poder, hace tiempo que le es adverso.

¿Cómo se explica eso? Hay que entender que la clase política hondureña es extremadamente atrasada, explica Alegría. Lo que Zelaya ha hecho son pequeñas reformas. Él no es un socialista ni un revolucionario, pero esas reformas, que no tocan un pelo de la oligarquía, han sido suficientes para que lo ataquen furiosamente.

Alegría relata, para dibujar el retrato de Zelaya, que una persona de escasos recursos, cercana al presidente, le pidió que hablara con el sindicato del ramo antes de vender la empresa portuaria estatal. Los sindicalistas le informaron que el Estado se quedaba con 28 centavos de cada lempira que ingresaba por los puertos.

Luego, los empresarios que querían el sector informaron al mandatario que ellos entregarían seis centavos de cada lempira. ¿Y dónde está el negocio?, preguntó. El negocio es para nosotros, le respondieron.

Hechos de esa naturaleza propiciaron el viraje de Zelaya, quien realizó reformas para aumentar el salario mínimo y resolver el rezago agrario, gracias a lo cual se acercó a sectores populares.

En el frente externo, Zelaya se acercó a los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia, y Rafael Correa, de Ecuador. Y eso no se lo perdona la burguesía.

A mí no me interesa que el comunismo entre aquí. Soy estudiante, amo la paz y soy cristiana. Pero no puedo ser cómplice de este atraco, expresa la joven Karina Ávila, mientras un camión de soldados pasa a unos metros y unas señoras les gritan ¡cobardes!

Karina apresura el paso porque llega un contingente de policías: Necesitamos la ayuda internacional, ¡somos un pueblo desarmado!

“¡Urge Mel!”

Varios países, incluido México, retiran a sus embajadores. Manuel Zelaya anuncia que luego de su viaje a Estados Unidos, donde hablará en la asamblea de la Organización de Naciones Unidas, volverá a su país.

(Un cable de la agencia Afp fechado en Managua informó que Zelaya retornará a su país el próximo jueves. Citó declaraciones del Ejecutivo: voy como presidente electo; voy a cumplir con mi mandato de cuatro años.)

Cae la noche en medio de rumores e informaciones no confirmadas. Se habla de la detención de dirigentes y periodistas, del levantamiento de batallones del ejército contra el gobierno de facto de Micheletti.

Todo por una pregunta que se quería hacer a los electores hondureños: ¿Está usted de acuerdo (con) que en las elecciones generales de noviembre de 2009 se instale una cuarta urna para decidir sobre la convocatoria a una asamblea nacional constituyente que apruebe una nueva Constitución política?

Era, según los golpistas, el preámbulo de la relección de Zelaya, el principio de una copia de Hugo Chávez en Honduras. Y, según quienes lo apoyan, como resume Alegría, apenas más participación del pueblo en las decisiones, democracia directa y algunas transformaciones sociales.

Las calles se vacían. El toque de queda entra en vigor y en el asfalto húmedo apenas circulan unos cuantos vehículos, en medio del silencio. Una tregua apenas. Pronto volverán los gritos de “¡Urge Mel! ¡Urge Mel!”

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Golpe de Estado en Honduras
Efectivos castrenses ultrajan a periodistas
Arturo Cano, enviado
La condena tardía a un golpe-Rocha

Tegucigalpa, 29 de junio. Mientras grababan y transmitían escenas de la represión del ejército hondureño contra los manifestantes que apoyan al presidente Manuel Zelaya, un grupo de reporteros de la multiestatal Telesur y de la agencia Ap fueron detenidos por militares, quienes los golpearon, además de arrebatarles sus equipos y documentos.

Según el relato de Adriana Sivori, enviada especial de Telesur, los militares llegaron al piso 12 del edificio desde el cual transmitían y apuntándoles con sus armas les dijeron que debían acompañarlos. Los militares eran encabezados por un hombre vestido de civil, que nunca se identificó.

Los periodistas salieron a empujones y amenazas, pero cuando los llevaban hacia un jeep no dejaron de gritar que estaban siendo víctimas de un secuestro ni de transmitir en vivo los hechos. Sivori fue golpeada porque se resistió a entregar su teléfono celular.

Los militares subieron a un vehículo a tres enviados de Telesur y cuatro de la agencia Ap. Los reportaros lograron ocultar uno de sus teléfonos, con el cual establecieron contacto con la televisora y pudieron informar de los hechos.

Nos llevaron en un convoy, parando el tráfico en todas las calles. Al vehículo que nos llevaba lo seguían otros dos llenos de soldados, dijo Sivori. Llevaban el radio del vehículo a todo volumen, quizá para que no pudiéramos hablar entre nosotros.

Finalmente, los periodistas fueron llevados a una oficina de migración, donde un funcionario se enredó en explicaciones y terminó diciendo que no sabía nada sobre el motivo de la detención. Luego los periodistas fueron liberados.

La aprehensión de los periodistas se da en el contexto de un apagón mediático que el ejército hondureño inició el pasado domingo, cuando suspendió las transmisiones de las cadenas CNN y Telesur, así como de muchos medios hondureños. Estaciones de radio y televisoras han reiniciado transmisiones bajo la censura castrense: sólo las versiones oficiales, acompañadas de música, telenovelas y programas de repostería.

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Golpe de Estado en Honduras

Abiertas, todas las vías diplomáticas para revertir la asonada

Ninguna nación reconoce al gobierno de facto de Micheletti
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Soldados se reúnen en la plaza de la Libertad, en Tegucigalpa, cerca de la casa presidencial, mientras partidarios de Manuel Zelaya se manifiestan en el áreaFoto Ap
Blanche Petrich

Fuera de Honduras, ayer se abrieron todas las vías diplomáticas para revertir el golpe de Estado que impuso en la presidencia a Roberto Micheletti, político que ocupó un escaño en el Congreso hondureño durante los últimos 27 años y pasó sus primeras 24 horas en el poder sin que lo reconociera una sola nación. Dentro del país centroamericano, sin embargo, se vivió una jornada volátil y peligrosa.

Aquí amanecimos con nuestras esperanzas puestas en la reunión del Sistema de Integración Centroamericano y en la determinación de la comunidad internacional para impedir que se consolide esta ruptura de la institucionalidad democrática, comentó en entrevista telefónica desde temprano la ministra de Trabajo, Mayra Mejía.

Ella, como los demás miembros del gabinete zelayista, pasó el domingo a una situación de semiclandestinidad, después del arresto y la expulsión del país de la canciller Patricia Rodas (que arribó temprano a México) y las amenazas de muerte contra la ministra de Energía, Rixi Moncada.

Por su parte, la dirigente del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas, Berta Cáceres, se dio tiempo para explicar algunas cosas muy poco conocidas y comprendidas de la historia de Honduras, rica en procesos de resistencia de sus indígenas, sus negros, sus barrios y sus campesinos.

La líder atendía la llamada de La Jornada mientras se resguardaba en algún céntrico local, momentos después de que el ejército dispersó a balazos la protesta frente al palacio nacional, en Tegucigalpa.

Ese pasado, agregó, “hoy nos permite tener un movimiento social muy diverso, una red de organizaciones –el Bloque Popular, la Coordinadora de Resistencia Popular, la Asamblea de Pueblos Indios y muchas más– que recibió con entusiasmo la iniciativa de la cuarta urna –que abre la puerta a una nueva Constitución– y hoy está en pie de lucha por restituir la democracia interrumpida”.

Explicó que cuando se superaron los conflictos armados en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, a principios de los años noventa, Honduras también se benefició de esa distensión en Centroamérica. “Podemos decir que hoy estamos conociendo la madurez popular, que se logró construir en estas dos décadas.

En un momento tan grave vemos cómo los hondureños organizados y los no organizados hacen su aporte para revertir el golpe. Y, más importante, nos damos cuenta, aun en medio del cerco informativo, que Honduras no es una isla. Sentimos minuto a minuto cómo estamos conectados con las dinámicas latinoamericanas.

Decía lo anterior mientras el aire en las calles a su alrededor estaba impregnado de gases lacrimógenos y ululaban las ambulancias, ya que hacía apenas unas horas habían caído las primeras víctimas de esta resistencia.

A salto de mata

Tengo que cortar, me estoy moviendo a otro lado, nos llamamos luego. Así fueron los enlaces por telefonía celular todo el día. Durante la mañana se reportaron movimientos de protesta en todo el país, principalmente en San Pedro Sula y Progreso, ciudad industrial aledaña, así como en Santa Bárbara, Lempira e Intibucá. Las centrales obreras llamaron a sus agremiados a mantenerse en alerta máxima.

Por la tarde la represión recrudeció. A pesar de todo, lograron trascender datos que la prensa local acalló. Se supo de la desaparición de otro periodista, Alan Mc Donald, quien fue secuestrado junto con su pequeña hija, y de la muerte de tres trabajadores de una empresa de telecomunicaciones, caídos al tratar de impedir la entrada de los soldados. Organizaciones como Los Necios y el Centro de Estudios de la Mujer reportaban varios desaparecidos.

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Golpe de Estado en Honduras

Vieron como pecado mi proyecto social, dice en Managua

La asonada, fruto de la voracidad de grupos que no quieren cambios: Zelaya
Claudia Herrera Beltrán
Enviada

Managua, 29 de junio. El presidente constitucional de Honduras, Manuel Zelaya, anunció hoy aquí que estará mañana en Estados Unidos para denunciar la usurpación de poderes en su país tanto en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Arropado por la condena unánime de sus colegas de América Latina al gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti instalado ayer en Honduras, Zelaya negó en entrevista que pretendiera su relección y previó su regreso a Tegucigalpa el jueves, una vez que concluyan sus compromisos en otros países.

La relección no existe, es falso, es lo que dice la oposición para justificar el golpe, afirmó, para agregar que este es un argumento espúrico para desprestigiar la encuesta que había convocado para el domingo pasado.

En el Centro de Convenciones de la capital nicaragüense, también expresó su preocupación de que este movimiento tenga un efecto multiplicador en el continente: lo que le pase a un presidente le puede pasar a otro y lo que le pase a un pueblo le puede pasar a otro.

Consideró que detrás de este golpe de Estado está la voracidad de grupos que manejan el país, que no quieren ningún tipo de reforma, ni siquiera hacer una encuesta quieren. Imaginate que propusiera una reforma económica.

Definió a su país como altamente conservador y por eso se vio como un pecado su proyecto social, porque estos grupos oligárquicos solo quieren hablar de comercio y dinero, no quieren hablar de los derechos de los pueblos.

Atribuyó la molestia de estos grupos a que él pretendía hacer una encuesta sin los políticos, sino dirigida a obreros, trabajadores, campesinos, amas de casa, indígenas.

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