Breves reflexiones sobre la revuelta en Atenas
1. Pienso que nuestras sociedades están supersaturadas con rabia no reconocida, una que repentinamente puede cristalizar en torno a algún incidente aislado de abuso policiaco o de represión estatal. Aunque las semillas de la revuelta se han sembrado flagrantemente, la sociedad burguesa casi no reconoce que es su propia cosecha.
Un activista coloca una bandera anarquista en la figura del patriarca ortodoxo Gregorio V, en la jornada 13 de protestas en Grecia por la muerte de un adolescente a manos de la policía
En Los Ángeles en 1992, por ejemplo, cada adolescente en las calles (o para el caso todo policía de turno, a pie) supo que venía el Armagedón. Las ensanchadas líneas de quiebre entre la juventud de las barriadas y el gobierno de la ciudad debieron haber sido visibles hasta para el más ingenuo de los observadores: arrestos masivos semanales, innumerables tiroteos de policías contra chavales desarmados, una indiscriminada caracterización de los jóvenes de color como gángsters, unos injuriantes dobles criterios de justicia, y así por el estilo. No obstante, cuando ocurrió la erupción, en la ola del veredicto de la corte que exoneraba al policía que casi había matado a Rodney King a golpes, las elites políticas y de los medios reaccionaron como si alguna fuerza secreta, impredecible, se hubiera desatado desde las profundidades de la Tierra.
Subsecuentemente, los medios (que sobrevolaban en helicópteros casi todos) intentaron manejar la percepción mundial del motín mediante la simplificación y el estereotipamiento drásticos: las pandillas de negros estaban en las calles incendiando y saqueando. De hecho, el veredicto en torno al caso Rodney King se volvió el núcleo respecto del cual diversos agravios se aglutinaron. De los miles arrestados pocos eran en realidad los miembros de pandillas y únicamente un tercio era siquiera afroestadunidense. La mayoría eran inmigrantes pobres o sus hijos, que fueron arrestados por robar pañales, zapatos y televisores de las tiendas locales. La economía de Los Ángeles estaba (aún está) en un profunda recesión y los barrios latinos pobres al oeste y al sur del centro de la ciudad fueron los más afectados, pero la prensa nunca había informado de su miseria existencial, así que casi se ignoró por completo la dimensión de “motín por pan” del levantamiento.
De modo semejante, en la Grecia actual, una atrocidad policiaca “normal” finalmente dispara un brote que se estereotipa como furia inexplicable y se culpa a los anarquistas de las sombras, cuando que, de hecho, “guerra civil de baja intensidad” es el término que mejor caracterizaría lo que desde hace mucho es la relación entre la policía y varios estratos de jóvenes.
2. No estoy calificado, en lo absoluto, para comentar la especificidad de las condiciones griegas, pero tengo la impresión de que hay importantes contrastes con la Francia de 2005. La segregación espacial de los jóvenes inmigrantes y pobres parece menos extrema que en París, pero las perspectivas de empleo para los muchachos pequeñoburgueses son considerablemente peores: la intersección de estas dos condiciones trae a las calles de Atenas a una coalición más diversa de estudiantes y jóvenes adultos desempleados. Más aún, heredan una continuada tradición de protesta y una cultura de la resistencia que es única en Europa.
3. ¿Qué demanda la juventud griega? Seguramente percibe con claridad implacable que la depresión mundial cancela las reformas tradicionales del sistema educativo y el mercado laboral. ¿Por qué habrían de tener fe alguna en la repetición seriada del Pasok (el Panellinio Sosialistiko Kinima o Movimiento Socialista Panelénico) y sus promesas rotas?
Pero sí, están ustedes en los cierto: ésta es una especie original de revuelta, prefigurada por los motines anteriores en Los Ángeles, Londres y París, pero que surge de un nuevo y más profundo entendimiento de que el futuro ya lo saquearon por adelantado. De hecho, ¿qué generación en la historia moderna (aparte de los hijos de la Europa de 1914) ha sido tan totalmente traicionada por los patriarcas?
Me angustia esta pregunta porque tengo cuatro hijos y aun el más joven entiende que su futuro puede ser radicalmente diferente que mi pasado. La cohorte de mi generación [los llamados bayboomers] le hereda a sus hijos una economía mundial rota, extremos de inequidad social que aturden, brutales guerras en las fronteras imperiales y un clima planetario fuera de control.
4. A Atenas se le mira ampliamente como la respuesta a la pregunta: “¿Y después de Seattle qué?” Recuerden las manifestaciones contra la OMC y la “batalla de Seattle” en 1999, que abrieron una nueva era de protestas no violentas y activismo de base; la tremenda popularidad de los Foros Sociales Mundiales; las demostraciones de protesta contra la invasión de Irak por Bush en 2003, que tenían la fuerza de millones de personas, y el amplio respaldo hacia los Acuerdos de Kyoto, todo esto auguraba una enorme esperanza de que un “mundo alterno” podía aún nacer.
Desde entonces, la guerra no ha terminado, las emisiones de gases con efecto invernadero aumentaron muchísimo y el movimiento del foro social ha languidecido. Un ciclo completo de protesta llegó a su fin justo en el momento en que estalló la caldera de Wall Street del capitalismo globalizado, y deja en su ola problemas más radicales y nuevas oportunidades para el radicalismo.
La revuelta en Atenas termina con la reciente sequía de rabia. Sus cuadros parecen tener muy poca tolerancia hacia las consignas esperanzadoras o las soluciones optimistas, lo que los distingue de las demandas utopistas de 1968 o el espíritu anhelante de 1999. Esta ausencia de demandas de reforma (y como tal, de cualquier manejo convencional de las protestas), por supuesto, es lo que es más escandaloso, no los cocteles molotov o las vitrinas rotas. No recuerda tanto a la izquierda estudiantil de los años 60 sino a las intransigentes revueltas del anarquismo de los descastados de Montmartre en la década de 1890 o del Barrio Chino de Barcelona a principios de la década de 1930.
Algunos activistas estadunidenses, por supuesto, consideran esto como la renovación de la protesta al estilo Seattle, con la cuota temporal de pasión mediterránea. Encaja con una idea de que “Obama-traerá-cambios”, en un paradigma de entendimiento que es una repetición de los movimientos de reforma política de los años 30 o los 60.
Pero otros jóvenes que conozco rechazan esta interpretación sacada de la manga. Se identifican a sí mismos (igual que los anarquistas de fin d’siecle) como una “generación condenada” y miran en las calles de Atenas la métrica apropiada de su propia rabia.
Hay el peligro, por supuesto, de sobrestimar la importancia de una erupción en un escenario nacional específico, pero el mundo se ha vuelto inflamable y Atenas es el primer chispazo.
Grecia: lanzan bombas molotov contra instituto cultural francés
Catherine Suard, directora del Instituto Francés, observa los daños ocasionados por al menos 20 jóvenes que lanzaron bombas molotov contra ese centro cultural ubicado en Atenas, ayer durante el decimotercer día de manifestaciones de protesta contra el gobierno del primer ministro griego Costas Caramanlis Foto: Reuters
Atenas, 19 de diciembre. Jóvenes griegos lanzaron hoy aquí bombas molotov contra un instituto cultural francés y cientos de estudiantes marcharon en el decimocuarto día de protestas contra el gobierno desatadas por la muerte de un adolescente a manos de la policía.
Al menos 20 jóvenes atacaron el Instituto Francés en Atenas, quemaron su exterior y rompieron ventanas en su patio, pero nadie resultó herido. El lugar estaba vacío por vacaciones de Navidad.
Por la tarde se realizó en Atenas un concierto al aire libre en solidaridad con las exigencias de la juventud griega, que se manifiesta contra la violencia policial y por reformas gubernamentales.
No se reportaron disturbios durante el espectáculo en la capital ni en otras ciudades del país.
Al oeste de la capital, cientos de alumnos de escuelas que sostenían un cartel que decía “Su terrorismo no funcionará” marcharon para protestar por la agresión el miércoles contra un joven de 16 años que recibió un disparo en la mano por un hombre armado.
La policía dijo que no habían oficiales en el área en el momento del disparo y que se pondría en marcha una investigación.
En una señal de que las tensiones podrían estar disminuyendo, un mitin de una de las dos principales federaciones de sindicatos de Grecia, ante el Parlamento para protestar contra el presupuesto de 2009, atrajo sólo a unas pocas decenas de personas.
Los peores disturbios de Grecia en décadas, provocados por la muerte de Alexandros Grigoropoulos, de 15 años, el 6 de diciembre por un policía, han sido alimentados por el desempleo juvenil, las reformas del gobierno y la crisis económica internacional.
Las protestas han causado cientos de millones de euros en daños, para remecer a un gobierno conservador que tiene mayoría de un escaño y está por detrás de la oposición en los sondeos.
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■ Se presentarán en el Festival de la Digna Rabia a finales de diciembre
Botellita de Jerez festejó en El Imperial 25 años de guacarrock
“El famoso Guadalupe-Reyes a la mejor debería ser Reyes-Guadalupe”, propuso Francisco Barrios, El Mastuerzo, integrante de la legendaria banda Botellita de Jerez, que marcó un parteaguas en el rock nacional.
Los botellos, por lo pronto, piensan poner el ejemplo: la celebración de su 25 aniversario continuará hasta el próximo 2 de abril, y una de las fiestas será hoy en El Imperial, y otra el 27 en el Festival de la Digna Rabia.
La propuesta del Reyes-Guadalupe también viene al caso, porque si bien parecería que no hay nada qué celebrar en este país, “la fiesta es una forma de resistencia”, dijo El Mastuerzo.
Para los botellos, otra forma de resistencia es simplemente ser felices. “Juan Jacobo Rousseau decía: ‘¿quieres molestar a tus enemigos? Sé feliz’. Pues lo seremos”, dijo Armando Vega-Gil, el bajista.
Botellita de Jerez ha aportado a esta causa, si se toman en cuenta las innumerables pachangas (suponemos que felices) en las cuales sus canciones han estado presentes, o en la enorme influencia que han tenido en los músicos de las generaciones que les siguieron.
Así quedó claro ahora que abrieron una convocatoria para que grupos enviaran sus propuestas para el soundtrack de su largometraje Naco chido (antes llamado Plan B), que será presentado en el próximo festival de cine en Guadalajara: ya les llegaron casi 50 piezas de bandas, desde Café Tacvba hasta el jarocho Sonex, con enorme variedad de estilos e instrumentos.
Más puerco, más aroma
Todos estos grupos le deben a Botellita de Jerez haber abierto el camino y puesto sobre la mesa el guacarrock, aquel retomar de los ritmos mexicanos, pero con punch rocanrolero y sentimiento rythm and bluesero; o sea, un rock auténticamente nacional y no imitaciones chafas de los grupos anglosajones. El guitarrista Sergio Arau describió, a 25 años, el guacarrock: “Como añejado de origen, tiene más cuerpo, más puerco, más aroma; estamos cada vez más apestosos”.
El guacarrock, siguió, “se ha mantenido, y hay ideas en las canciones que se han vuelto superpopulares. Vi un libro de Santo y estaban dichas de otra forma, pero eran las mismas ideas, como el concepto de que Batman ni Superman, (también) hay muchas imágenes que ya pertenecen a la cultura popular”.
“Y que de ahí salieron”, acotó El Mastuerzo. “Lo digerimos y... lo regurgitamos”, siguió Arau. “Lo rumiamos”, añadió Vega-Gil.
“En un disco le agradecemos a todas las bandas que desinteresadamente nos hemos fusilado”, dijo Arau. “Fue un retomar de todo lo que somos.”
Por otro lado, los tres siempre han tenido proyectos propios: Sergio Arau, caricatura, pintura y cine; Vega-Gil, composición, radio, guiones y literatura, y El Mastuerzo, composición e interpretación.
Recientemente, como Botellita, estuvieron enfocados en realizar la película Naco chido, y ahora están a la expectativa del concierto este viernes, en un espacio pequeño: “está padre porque tenemos una interrelación muy chida con la gente”, dijo Vega-Gil. “Es una relación orgásmica”, intervino Sergio Arau.
“Nuestros numeritos son así como interactivos: cuando cantamos escupimos un montón y la gente se vomita en nosotros y nosotros en ellos; o sea, se arma una onda bien chida”, siguió Barrios.
Además traen “una oferta, una promoción”: debido a que Botellita de Jerez “cumple casi 160 años en suma, ofrecemos la gran posibilidad de que alguno de los tres botellos muera en el escenario, dado que la edad...”
Arau añadió: “Nomás pido que si muero digan que fue por sobredosis, ya que es patético morir de viejo”. “Una sobredosis de colesterol”, completó Vega-Gil.
Que Slim devuelva los teléfonos
La entrevista, llevada a cabo en un austero departamento de la Narvarte, donde vivió Vega-Gil, y que hoy es una especie de espacio común, tuvo un tono de humor medio negro y ácido, menos cuando El Mastuerzo, quien fue integrante de Los Nakos y activista sindical en sus tiempos de empleado bancario, se puso serio y habló sobre política: vivimos “un montón de parteaguas... pensar que desde 2001 ha habido más de 10 mil ejecutados, y la gente no se da cuenta de que lo que está en medio es la lucha de clases, el capitalismo salvaje, el neoliberalismo famoso. No lo queremos reconocer, y encima creemos que el sistema se puede recomponer”.
Más bien, propuso, habrá que ser muy felices y luchar, por ejemplo, exigir que Slim “nos devuelva nuestros teléfonos, y no vamos a pagar la luz, ni el agua; ya no alcanza... No sé quién va a ir al Imperial, la neta”.
A lo que Arau, de volada, atajó: “Por lo que sé, es El Lugar”.
El Mastuerzo dijo que a él, por ejemplo, le hacía muy feliz “que nos invitaran los compas zapatistas al Festival de la Digna Rabia”.
Pero primero se presentarán hoy: “Será un festejo en el que vamos a debrallar; nos enteramos que El Imperial lo llena gente muy otra, como dirían, muy joven, muy de distintos sectores: Botellita surgió para la clase media baja, que no tenía acceso al rock, y ahorita, regresar a un escenario que es equivalente al lugar de moda y novedad, nos va a enfrentar a un público muy distinto del que hemos estado acostumbrados. Con los años nos hemos percatado de que hay muchos chavos que han sido pervertidos de manera insolente por sus padres, les han mostrado lo más pútrido de la Botellita de Jeréz y se han convertido en adictos, es lo peor, y no sabemos qué hacer. Está creciendo la pandemia... ¿sí se dice pandemia?”, dudó Barrios.
“Sí, es una epidemia de panes”, aclaró Armando Vega-Gil.
Botellita de Jerez, el día 19 a las 22 horas en El Imperial. Alvaro Obregón 293, Roma. Se rifarán tres pares de tenis con el logo de la banda. Entrada: 300 pesos.
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