Un par de jóvenes burló el cerco de seguridad y manifestó repudio a Marín

A pesar de que se montó un excesivo cerco de seguridad en las calles aledañas al Congreso local para de esta manera evitar protestas contra el gobernador del estado de Puebla, Mario Marín Torres, mientras rendía su tercer informe, un par de estudiantes universitarios logró llegar hasta las puertas de dicho reciento legislativo y espetó de frente al mandatario: “¡Marín eres un precioso y un corrupto! ¡Fuera Marín, fuera Marín!”.

A la derecha de la imagen, un par de estudiantes de la UAP que se manifestaron a la llegada del mandatario poblano al Congreso y que fueron interceptados por varios elementos de seguridad / Foto: José Castañares

Josué Mota Corro

Los manifestantes lograron pasar las vallas que se habían instalado, a pesar de que los equipos de escoltas tenían una actitud prepotente y hostil, aun con las personas que tenían invitación para acudir el día de ayer por la mañana al Congreso, y ayudados de un altavoz leyeron un documento con el que acusaran a Marín Torres de dar protección al crimen organizado, particularmente a las redes de pederastas, y aseguraron que “la historia no lo exculpará de los agravios que ha cometido en contra de la ciudadanía poblana”.

Seguramente el equipo de seguridad estaba preparado para evitar que un gran contingente de manifestantes hiciera reclamos al mandatario; sin embargo, no pudo evitar que un par de estudiantes protestara.

Los muchachos comenzaron sus protestas justo cuando el gobernador entraba al Congreso local. “¡Fuera Marín, Fuera Marín!”, “¡No te queremos Marín, eres un precioso y un corrupto!”, se escuchaba a través del altavoz. Seguramente el mandatario escuchó los reclamos, pues los manifestantes se encontraban a escasos 10 metros de él; sin embargo, Marín Torres ni siquiera los volteó a ver.

Enseguida, un grupo de escoltas intentó arrebatar el altavoz a los manifestantes, pero los reporteros que estaban presentes buscaron entrevistar a los estudiantes y los guaruras desistieron.

Uno de los encargados de evitar ese tipo de protestas, molesto, se acercó a los muchachos, e irónicamente comenzó a aplaudirles y gritarles: “¡Bravo, bravo, muy bien, muy bien, ya lo hicieron!”. Luego, sacó una cámara fotográfica y comenzó a tomarles placas.

El fotógrafo de La Jornada de Oriente José Castañares tomó una foto al personaje y éste, enfadado, le gritó: “¡Tómame bien, eh, tómame bien las fotos!”; luego, el guarura también lo fotografió, iniciando una pequeña batalla de flashazos.

Luego de que ocurrió la protesta, una mujer que logró burlar el cerco de seguridad leyó un documento en el que fijó su postura sobre el tercer informe del titular del Ejecutivo.

“Nosotros venimos a decirle que nos ofende, que este besamanos es una afrenta a la dignidad de un pueblo al que usted con tanta desfachatez y cinismo dice gobernar. Nos reunimos para decirle que usted no nos representa, que su informe de obras, inauguración de banquetas y crecimiento de espectaculares (sic) es una burla. Se le olvida que ser gobernador no consiste en hacerle de maestro de obras ni de gerente de las empresas amigas (...), los poblanos exigimos un gobernador que nos represente con autoridad moral, de la cual usted adolece”, decía la muchacha.

“Sus acciones nos avergüenzan. Su sola presencia en este recinto (el Congreso), que debería ser un lugar en donde se representan los interese ciudadanos, nos ofende”.

Aseguró que en la entidad hay mucha pobreza generada por el mal manejo de los impuestos.

Y añadió: “Los tres años de su gobierno están marcados por el despilfarro de nuestros recursos, empleados en limpiar una imagen que pasará a la historia del estado y del país como símbolo de la impunidad y protección al crimen organizado, porque defender a los pederastas desde el poder es un crimen.

“En este tercer informe de gobierno todavía hay preguntas sin contestar, una de ellas es el atropello a Lydia Cacho; queremos que sepa que si la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sido cómplice en el agravio, los ciudadanos no olvidamos que el supremo tribunal de la historia no lo va a exculpar. Usted, Mario Marín, pasará a la historia como el corrupto, el protector de pederastas, como el hombre que desde el poder mandó a dar de coscorrones a una periodista que se atrevió a denunciar una infamia”.

Y remató: “Nosotros los ciudadanos nos sentimos hoy obligados a mostrarle nuestro repudio. Le venimos a decir que no olvidaremos, usted no es representante de los ciudadanos poblanos, es culpable de hacer mal uso del poder y nosotros no lo exculpamos”.