domingo, 24 de marzo de 2013

Jorge Pantoja compiló los textos que forman el libro sobre el tema, que se presentará hoy
Los músicos del movimiento rupestre, eslabón perdido del rock

La obra reúne estampas y retratos inéditos de fundadores y personajes vecinos del colectivo, que surgió a principios de los años 80, con Rockdrigo González, Rafael Catana y Nina Galindo, entre otros


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De izquierda a derecha: Rockdrigo González, Roberto González, Nina Galindo, Eblen Macari, Rafael Catana, Fausto Arrellín y Roberto Ponce Virginio RodríguezFoto Virginio Rodríguez
 
Arturo Cruz Bárcenas

“Los músicos agrupados en el denominado movimiento rupestre son una especie de eslabón perdido en la historia del rock y otros sonidos en México, y Rupestre, el libro responde a la pregunta esencial de cómo se encuentra esta manifestación creativa en 2013, quiénes quedan y quiénes se fueron”, expresó en entrevista Jorge Pantoja, promotor cultural encargado del compendio de textos que integran dicha obra, cuya primera presentación de tres será hoy a las 14 horas en el Bar Nickel, ubicado en Frontera 91, esquina con Colima, en la colonia Roma.
Para Pantoja la trascendencia de los rupestres se puede observar actualmente en fondas, en las que al sabor de una comida corrida se escuchan las profundas canciones de Rockdrigo González en la voz y la guitarra de chavos que buscan ganarse unas monedas. Otros ámbitos donde se oyen esas composiciones son los micros y los camiones, en los que el hombre-orquesta tañe una lira y sopla una armónica para recordar la rola Metro Balderas, ya sea en la versión de Rockdrigo o la de Álex Lora.
En un boletín proporcionado por Pantoja se redactó lo siguiente: ¿Qué pasó con los rupestres?, movimiento que surgió a mediados de los años 80 en la ciudad de México y que a por medio de la música, la literatura y todo arte posible produjeron una especie de oxígeno puro para que tantos otros pudieran respirar en medio de tanta contaminación.
Supervivientes de la hecatombe de la comercialización
“En la actualidad muchos jóvenes ni siquiera saben que existió ese movimiento y lo que significó. Otros están en la creencia de que los integrantes del movimiento rupestre se extinguieron cual dinosaurios, y que, al igual que éstos, sólo dejaron plasmadas sus huellas en petrificados casetes del sedimento de la prehistoria musical, sin saber que ha sobrevivido a la hecatombe de la comercialización una legión de fieles seguidores que los acompañan a los recónditos bares donde se presentan.
“El libro reúne estampas y retratos inéditos de fundadores y personajes vecinos del colectivo, que surgió como expresión a principios de los años 80, con Rockdrigo González, Rafael Catana, Eblen Macari, Roberto Ponce, Fausto Arrellín, Alejandro de la Garza, Nina Galindo, Roberto González, Carlos Arellano, Armando Rosas, Armando Palomas, Arturo Meza, El Haragán y el biógrafo en video de todos ellos: Sergio García. Estampas y retratos desde una visión desenfadada, porque los textos se divierten y se confrontan con los personajes de Rupestre, el libro, primera obra en compendiar a estos cronistas melódicos del asfalto.”
En opinión de Pantoja, el fenómeno rupestre del rock mexicano no hay que verlo nostálgicamente, sino ver quiénes son ellos, cómo fue su participación en el movimiento y lo que están haciendo actualmente; de ahí que en cada una de las entrevistas estuvo presente una cámara de video, por lo que la segunda parte de este proyecto será Rupestre, el documental.
“Por lo pronto, se dosificaron los textos de Rupestre, el libro, para que los lectores tuvieran una probadita de su peculiar sazón literaria. Esta obra es editada por el Proyecto Radiografía de la Promoción Cultural fuera de la Esfera Gubernamental en la Ciudad de México y coordinado por la asociación civil Asamblea para la Cultura y la Democracia AC, con el apoyo de la Comisión de Cultura de la 61 Legislatura de la Cámara de Diputados, por medio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.”
El compilador informó que no se trata de una investigación exhaustiva, porque ello hubiera requerido de mucho tiempo. “Me fijaron para presentar este libro un plazo de cuatro a cinco meses, por lo que el sistema que seguí fue el de entrevistar a los rupestres. La base del libro es la foto del grupo de músicos tomada en marzo de 1980, la cual provoqué, y en la que aparece Rockdrigo en cuclillas. La fotografía fue tomada por Virginio Rodríguez.
“En ese entonces yo le manejaba a Rockdrigo algunas fechas de sus conciertos, así como la promoción. Con base en esta foto pensé en hacer este libro y me reuní con Catana para hablar sobre el tema, de lo cual salió a relucir que había rupestres que no lo eran, otros que se sentían rupestres, algunos más se decían influidos, por lo cual tuvimos que hacer un anexo, el cual estuvo a cargo de Javier Hernández Chelico. Ahí incluimos a Armando Rojas, a El Haragán, a Armando Palomas, Gerardo Enciso, Arturo Meza, Iván Rosas y Carlos Arellano.
El problema fue que conforme avanzábamos salían más y más nombres, por lo que le dije a Catana que si no poníamos un límite, el libro sería muy voluminoso, lo cual no era la idea, pues el libro tenía que ser más pequeño y fácil de consultar.
El tiraje inicial es de 10 mil ejemplares y la distribución será gratuita porque, precisó Pantoja, se persigue el objetivo de que los jóvenes de hoy conozcan a los rupestres y su aportación a la música en México. “Es importante que se sepa que este movimiento no ha muerto y que los rupestres no se extinguieron.
“Por todo lo anterior, solicité a quienes hicieron los textos que no se cayera en la nostalgia ni en lo solemne, porque los músicos rupestres siguen activos, tocando o componiendo, sobre todo los que están citados en el anexo. Al leerse el libro los lectores sabrán  que cada rupestre tiene su versión sobre el movimiento; en algunos casos las versiones son encontradas; algunos dicen que lo rupestre murió con Rockdrigo, otros dicen que continúa.
“Lo que sí creo es que este libro dará luz sobre el tema y provocará polémica. Espero. Yo soy un rupestrólogo y, de algún modo, fui el promotor de algunas cosas que ocurrieron a los rupestres. En 1984 me tocó redactar el Manifiesto rupestre. Por los años 80 me dedicaba a la promotoría cultural y varios músicos me pedían que fuera su representante o jefe de prensa, pero yo me negaba porque eso implicaba ser juez y parte.
A pesar de esta postura, cuando conocí a Rockdrigo y me pidió que fuera su representante, inmediatamente acepté. Eso me permitió conocer muy de cerca al movimiento.
Agregó: Considero que el rupestre es un movimiento de transición; en el libro lo defino como el eslabón perdido entre la música de protesta y el rock urbano. Creo que fue un movimiento importante con aportaciones valiosas de Nina Galindo, Roberto González, Fausto Arrellín, que dejaron huella.
Durante las entrevistas Pantoja y sus colaboradores filmaron en video los testimonios, por lo que se prevé que el siguiente paso sea el filme Rupestre, el documental. También aparecen Jaime López, Álex Lora y Guillermo Briseño.
Rupestre, el libro, se presentará, además de hoy, en otras dos fechas y lugares: el viernes 22 de marzo a las 20 horas, en el bar Los Caifanes; el sábado, en La Hija de los Apaches, a las 19 horas.

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