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AMLO trabaja sin descanso, mientras en los medios están los panistas, Peña, Beltrones, Cárdenas, Ebrard
Pedro Echeverría V.
1. Dedico mi tiempo a observar la política mexicana y de América Latina, y en los últimos 15 días no he sabido nada de López Obrador; estoy seguro que anda en su gira cinco mil en las poblaciones y rancherías más perdidas y lejanas de México. Entre tanto los empresarios, en medio de gran alharaca de medios, recibieron al brasileño Lula da Silva, a Calderón, a Peña Nieto, quien aprovechó a Lula para la foto; Cuauhtémoc Cárdenas recibió un premio en el senado otorgado por la clase política que se regodeaba en saludos; el empresario cultural Enrique Krauze es entrevistado en varias estaciones de radio y TV hablando de su libro contra los “redentores”, es decir, contra AMLO. Confieso que prefiero mil veces la política de AMLO porque siempre he despreciado la política de salón, de saludos y de vino; pero en una campaña política burguesa y empresarial dudo que se logren buenos resultados electorales.
2. Los funestos medios de información, incluso La Jornada, han publicado en primera plana grandes fotografías del trío de panistas –de los que licuados no haces uno-, así como de Peña Nieto, Lula, Cárdenas, Ebrard, Beltrones, pero de López Obrador nada. Si los medios de información tienen razón al repetir que “quien no aparece en los medios no existe”, no se entonces que hará López Obrador para que su campaña política sea realmente victoriosa. Si los votos respondieran al trabajo permanente y a la honestidad, en los comicios en todo el país AMLO tendría el 80 por ciento de los votos, Peña Nieto 10 y el candidato del PAN 5 por ciento; pero en México se ha demostrado que quienes obtienen la Presidencia son los que mejor se mueven al interior de la clase empresarial, mantienen mejores relaciones con el clero y llegan a acuerdos con la embajada yanqui. Los votos se compran por grupos de interés con regalos y dinero.
3. Las campañas contra López Obrador han arreciado en las últimas semanas en los medios de información. Palabras del brasileño Lula, declaraciones de Cárdenas en la Embajada y su discurso por la Medalla Belisario, entrevistas a Krauze, manifiestos por gobiernos de coalición, discurso privatizador de Peña Nieto; todo ello ha sido usado contra López Obrador por los funestos locutores (López Dóriga, Gómez Leyva, José Cárdenas y demás empleados de Televisa y Radio Fórmula; ante ello las respuestas o reflexiones de AMLO han sido nulas o silenciadas. El intelectual del sistema neoliberal, Enrique Krauze –como en 2006- parece haber escrito un libro especial contra el “redentor” López Obrador y todos los “redentores” y “caudillos”; reclama Krauze, como pide de manera permanente la Dresser y toda la clase política y empresarial, candidatos civilizados que no protesten en las calles, que no confronten, que sean decentes y civilizados.
4. La clase política (PRI, PAN, PRD) y empresarial que asiste a todos los homenajes, festejos, reuniones de alto nivel o actos políticos en grandes salones, quiere una izquierda decente, civilizada, con buenos modales, capaz de llegar a acuerdos, encabezada por Ebrard, los Cárdenas y los “chuchos”. Señala Cárdenas: ¿Cómo no reconocer al presidente de la República si de él depende todo el gobierno? Y con él coinciden Ebrard, los “chuchos”, todos los gobernadores y exgobernadores del PRD. La realidad es que crece la cargada contra López Obrador y, si éste no logra controlar al PRD poniendo a gente que lo siga, es probable que pierda ante Ebrard la candidatura de ese partido y si la gana lo más seguro es que el PRD de Zambrano, Ortega, Navarrete, Acosta y Ramírez, le haga un gran boicot –como pasó en 2006- con un trabajo sucio contra la candidatura de AMLO.
5. Espero que los tres mil y tantos comités que ha logrado organizar AMLO en todas las poblaciones del país a lo largo de seis años de visitas y mítines, sean suficientemente fuertes para que no sean comprados y quebrados por la avalancha del derechismo PRI-PAN cargado en camiones de regalos, confetis, además de autobuses de artistas, payasos, sonidos, radio y TV. Luego resulta que ante la profunda miseria que tiene nuestro pueblo, ante las enormes carencias de siglos que sufre, cuando le ofrecen un saco de cemento, un docena de láminas de cartón, una bicicleta, un motor de agua, un instrumento de trabajo o 200 pesos, no puede resistirse a entregar la credencial del voto. Mucho más cuando el gobierno le ofrece a la población con miras en la campaña, pisos de cemento para sus casas, la construcción de un parque o un mercado público. Así ha sido la historia de la compra de votos en México desde haceun siglo.
6. Recuerdo que López Obrador en 2006 se negó a ser un instrumento de los medios de información y comenzó a andar sólo. Meses después se puso a comprar tiempos en los medios y le vendían en horarios de la madrugada –de 1 a 5 de la mañana- y los tuvo que aceptar. Así que aquí debe desarrollar una gran estrategia que le permita superar con crecimiento esa manipulación de los medios que hoy por hoy sólo han servido para silenciarlo o de plano para aprovechar cualquier cosa para desarrollar campañas de desprestigio. ¿Cómo se puede explicar que Peña Nieto, totalmente desconocido, sin hacer campaña política, lo estén presentando desde hace un año como el encabezador de las encuestas nacionales? ¿Cómo Ebrard, que es una figura política muy menor, que le debe el cargo de gobierno del DF al mismo López Obrador, ahora –después que empresarios, Calderón y los Chuchos le calentaron la cabeza- quiere disputarle?
7. López Obrador y sus asesores de confianza tienen que encontrar el camino diferente por donde debe caminar la campaña. AMLO debe construir una ruta distinta a la de 2006 cuando aún tenía muchos apoyadores entre la clase política. Durante seis años AMLO creció de manera abrumadora entre los campesinos y los sectores más pobres, pero perdió apoyos entre las clases altas y medias altas que son quienes mueven todos los hilos del poder. Es el motivo por el que no he dejado de pensar en un Plan B como salida en caso de que las elecciones se vean claramente imposibles de ganar y que se hubiese propagado una desbandada que tuviera que ver con el narcotráfico, la intervención yanqui o el incremento de la represión brutal contra la población. Muchas cosas pueden suceder en este México de 52 mil asesinados. Por eso los asesores de López Obrador deben tener una profunda visión de lo que podría suceder.
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