Mensaje AMLO 21 de febrero del 2011
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Esa figura no existe en el partido; no se puede mandar al diablo a las instituciones: Ortega
Martes 22 de febrero de 2011, p. 7
La Comisión Política Nacional (CPN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no dio entrada a la solicitud de licencia de Andrés Manuel López Obrador con el argumento de que la figura no existe en los estatutos. Convocó al ex candidato presidencial a reconsiderar su postura en aras de la unidad perredista.
Tras casi cuatro horas de intenso debate, Nueva Izquierda y sus aliados volvieron a imponer su mayoría –nueve votos contra tres– para apoyar la consulta ciudadana en el estado de México, que determinará si hay alianza con el PAN por la gubernatura, y que motivó la solicitud de licencia de López Obrador.
Jesús Ortega, presidente nacional del partido, explicó que el resolutivo deja en claro que López Obrador sigue siendo perredista. Aclaró que la dirigencia no enviará una notificación oficial al ex jefe de Gobierno capitalino. En todo caso, dijo, será la directiva del Consejo Nacional la que decida si le hace llegar el documento, dado que el presidente de este órgano, Camilo Valenzuela, recibió de manos del vocero de López Obrador, César Yáñez, la solicitud de licencia.
Ortega explicó –cerca de la medianoche– que desde el punto de vista legal resultaba improcedente admitir la petición del tabasqueño. En el PRD, afirmó, no se conceden permisos ni licencias, es una figura que no existe
. Por tanto, la Comisión Política Nacional “hace votos para que el compañero reconsidere esa solicitud… Queremos que transite por la unidad, por la cohesión del partido”.
En cuanto a la consulta en el estado de México, dijo que se hará de manera transparente, con certeza y bajo principios democráticos.
Trascendió que en el encuentro, Dolores Padierna, de Izquierda Democrática Nacional, exigió cancelar la consulta, algo que Nueva Izquierda y sus aliados rechazaron con el argumento de que ésta ya fue avalada por el Consejo Nacional, el pasado sábado.
Se explicó que el senador Héctor Bautista, dirigente de ADN, le contestó a Padierna que en el estado se han llevado a cabo todas las acciones legales y políticas que corresponden para aprobar ese ejercicio y, por tanto, sería ceder a un sometimiento con el cual no están de acuerdo.
El senador Carlos Navarrete Ruiz, de Nueva Izquierda, hizo un recuento del actuar de López Obrador en los últimos meses; destacó que desde 2009 el ex candidato presidencial ha apoyado a abanderados de otros partidos, no estuvo en las campañas de quienes fueron aspirantes del PRD en 2010 y no discute en los órganos internos, por lo cual no es sorpresa
decir que desde entonces ya no está en el partido.
Después de que César Yáñez entregó a las 11.30 de la mañana de ayer la solicitud de licencia al presidente de la mesa directiva del consejo, Camilo Valenzuela, en las instalaciones de Monterrey 50, se convocó a la reunión de la CPN, con carácter extraordinario, para dar salida política y legal a esa petición, después de que la dirigencia del partido señaló que el camino adoptado por el ex jefe de Gobierno no siguió los cauces que correspondían.
En primer lugar, solicitó la separación temporal de su militancia bajo una figura que no existe en las normas internas, y la dirigió a Camilo Valenzuela, cuando en realidad debió ser a la presidencia nacional, la CNP o las comisiones de Afiliación o Nacional de Garantías.
Desde la tarde, en conferencia de prensa, Ortega Martínez conminó a López Obrador a reconsiderar su postura. Como a cualquier ciudadano militante, nunca es bueno que tomen la decisión de separarse del partido; a lo mejor hay confusión y no se sabe que no existe la figura de licencia. Nadie se va a oponer a que siga impulsando al Movimiento de Regeneración Nacional y siga como militante del PRD. No hay contradicción ahí
, sostuvo.
No obstante, criticó que el ex candidato presidencial se convirtiera en factor de división. No se puede mandar al diablo a las instituciones del Partido de la Revolución Democrática; son instituciones legalmente constituidas
, afirmó. Reconoció que esa postura puso al partido en una situación compleja y difícil
.
En su solicitud, López Obrador pidió que su licencia se ponga a consideración del Consejo Nacional, y que esto le permitirá apoyar una candidatura que represente un beneficio para todos, en particular los más pobres.
Expresó que las posiciones adoptadas por la dirigencia del PRD son contrarias a los principios que dieron origen a nuestro partido y opuestas a mis ideales y convicciones
.
Resaltó que no se puede convalidar el proyecto de la mafia del poder que pretende consolidar un bipartidismo de derecha que, a final de cuentas, representa lo mismo; es decir, prolongar el régimen de opresión, corrupción y privilegios que está destruyendo al país y afecta cada vez más el bienestar y la tranquilidad de los mexicanos
.
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Fisgón
Ciudad Perdida
AMLO, camino doloroso, pero inevitable
Parece que lo importante en este momento ya no es la elección en el estado de México, sino las definiciones que deberá adoptar el organismo respecto de su vigencia como el representante de mayor peso electoral de la izquierda en el país.
A finales de septiembre del año pasado López Obrador advirtió, durante una entrevista en el programa Discrepancias, que se trasmite todos los martes por Radio UNAM, que pintaba su raya
con la dirigencia perredista nacional. Nadie quiso ver entonces la tarjeta amarilla que ponía frente a los chuchos el líder que apelaba a que se cumpliera con los principios que dieron vida al partido.
Todo estaba dicho, sólo hacía falta oficializar la ruptura. López Obrador siguió su camino. Estado por estado, municipio por municipio, en todo el país acompañado por su equipo más cercano, que si bien seguía dentro del PRD, también había pintado su raya. Mientras los chuchos se dedicaban a construir alianzas con el poder. Las rutas fueron visiblemente opuestas.
Hoy López Obrador cuenta con un ejército de seguidores. Los chuchos tienen, por lo pronto a Los Pinos. López Obraor convence, Jesús Ortega compra. El caso es que hoy el PRD se tambalea y los más alegres, se quiera o no, son los priístas, que saben que el chuchismo tiene precio, y ellos, los priístas, tienen con qué comprar, así que poco les importa el acuerdo con Los Pinos.
En el PRI saben que la traición es parte de la vida de Nueva Izquierda y que, sea cual sea el precio, los chuchos siempre serán baratos. Por eso están alegres, porque saben que lo único que pretende Nueva Izquierda esta vez es restar votos al candidato que proponga López Obrador, se llame como se llame, para dar paso al triunfo priísta en el estado de México.
Jesús Ortega tiene claro que no ganará la elección, pero combatirá a López Obrador y cobrará la factura en cualquiera de las dos ventanillas, en la azul o la tricolor, de eso se trata. Tal vez el único obstáculo pudiera ser Alejandro Encinas, como personaje reconocido en la entidad, pero como Encinas no tiene ganas de trabajar, busca cualquier pretexto para evitar el compromiso. Tanto así que ahora dice que se quedará en el PRD para luchar por la cohesión de la izquierda y, para sorpresa de todos, asegura que hay que mantener el esfuerzo para recuperar los principios originales de ese partido, como si nadie se acordara que él, el mismo Encinas, no quiso luchar por la dirigencia nacional que había ganado, y que dejó en manos de Ortega. Si entonces hubiera luchado con la enjundia con la que declara hoy, seguramente otro gallo le cantaría a la izquierda.
Total, que nadie se confunda, es muy probable que para 2012 ya no exista el PRD más que como una franquicia, siempre en venta y cada vez más barata.
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