La gente, ciudadanos y trabajadores están hasta la madre de abusos de patrones extranjeros y nacionales y sindicatos ratas:
Los trabajadores de Johnson Controls Interiores Puebla hacen paro de labores
Los trabajadores de la empresa de capital estadounidense, Johnson Controls, ubicada en Puebla, están siendo amenazados hoy por bandas armadas de porros y golpeadores, para que desistan de su intento legal y legítimo de crear su propio sindicato. Más de 300 trabajadores de esa firma han firmado su adhesión al nuevo Sindicato, ya que la empresa nunca ha atendido las justas demandas de los trabajadores, quienes laboran hasta 12 horas diarias sin pago de extras, no tienen garantías de estabilidad laboral, el sindicato blanco creado por Johnson Controls no les informa ni les consulta la existencia de un Contrato Colectivo de Trabajo y, para remate, son permanentemente excluidos del reparto de utilidades, a que tienen pleno derecho.
Las y los trabajadores ejemplos de resistencia
Después de tres días de lucha y resistencia con días y noches lluviosos por fin las y los trabajadores de la planta de Johnson Controls Interiores Puebla, México, y con el apoyo de organizaciones locales, nacionales e internacionales, logran que la empresa respete el derecho a la libertad sindical y que sean los propios trabajadores/as quienes decidan y por voluntad propia a quien afiliarse en apego a la Ley Federal del Trabajo.
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El edil de Juan C. Bonilla sí firmó cambios de uso de suelo para favorecer a constructora | |
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El presidente municipal de Juan C. Bonilla, José Romero Tehuitzil, admitió que él firmó la documentación que avala el cambio de uso de suelo de terrenos agrícolas para la instalación de más de 300 viviendas del fraccionamiento “Galarzas 3”, de la empresa constructora Ivi, así como los permisos para que ésta realizara la obra; además, reconoció que no fue el único que firmó, pues también lo hizo su ex director de Obras, Antonio Rivas y Rivas, a quien despidió de la administración la semana pasada precisamente por esa causa. Entrevistado este lunes en su oficina, mientras varias decenas de pobladores se manifestaban exigiéndole que aceptara su responsabilidad en la edificación irregular de viviendas, el presidente municipal se desencajó cuando se le preguntó quién autorizó el cambio de uso de suelo y los permisos de construcción. Aunque trató de alegar que sólo responderá a esa pregunta al juez que lleva la demanda en su contra que abrieron los campesinos por la invasión de sus propiedades, y que lo hará hasta dentro de 10 días, Romero Tehuitzil terminó aceptando que estampó su firma al subrayar que sí estaba enterado de lo que hizo Rivas y Rivas, así como se entera de todo lo que pasa en su gobierno; “pero eso se lo diré al juez...”, reiteró. El edil montó en cólera cuando se le preguntó si su administración recibió un millón de pesos por parte de la constructora Ivi a fin de autorizar esos permisos, tal como lo señalaron ayer los manifestantes. “Ya, señores periodistas, no acosen a nuestro alcalde, que se va a poner mal”, salieron en su defensa algunos colaboradores cercanos a Romero Tehuitzil.
Sellan la alcaldía y cierran la carretera Tal como lo advirtieron, este martes los habitantes del ejido Cuanalá de este municipio se presentaron en la alcaldía para exigir al ayuntamiento la cancelación de las obras de Ivi, así como una sanción a la empresa, pues ésta sigue operando a pesar de que presenta sellos de clausura. Sin embargo, su principal exigencia es la reparación de los daños a sus propiedades, que podrían ascender a los 30 millones de pesos. Tan solamente por el daño en un camino en donde la constructora invadió cinco metros de terrenos a ambos lados, en una franja de 5 kilómetros, los daños ascienden a 16 millones de pesos, de acuerdo con los propios labriegos. A las 11 de la mañana ya habían transcurrido un par de horas de discursos y consignas, en las que incluso un enviado de la Secretaría de Gobernación intentó persuadir a los campesinos de que sólo se limitaran a cobrar el pago de los daños, pero que no se tocara a la empresa, pero fue acallado por la multitud. La actitud del empleado estatal molestó todavía más a los habitantes, quienes subieron pacíficamente por el edil Romero Tehuitzil hasta su oficina; éste bajó, y tal como sucedió la semana pasada, los habitantes lo encararon sin que pudiera ofrecer una respuesta concreta a las exigencias. Fue entonces cuando los manifestantes trajeron un equipo de soldadura con el que sellaron las puertas de las oficinas municipales, sin que el presidente o cualquier otra autoridad local pudieran impedirlo. Posteriormente se trasladaron a la carretera federal Puebla–Huejotzingo, la cual fue cerrada por cerca de cuatro horas hasta que acordaron con el director general de Seguridad Pública del estado, José Luis Sobreira, establecer una mesa de diálogo para este día. Así, hoy en punto de las 5 de la tarde, los habitantes de Cuanalá se reunirán con Valentín Meneses Rojas, secretario de Gobernación; con el edil, José Romero, y los representantes legales de Ivi a fin de llegar a un acuerdo que les permita el pago de los daños a sus propiedades, así como el retiro de las obras de sus predios.
Promesa incumplida El cambio de uso de suelo por parte del alcalde rompe con el acuerdo de cabildo que él mismo, Romero Tehuitzil, firmó en junio de 2008, cuando “canceló” el proyecto ecoturístico que la administración estatal pretendía llevar a cabo en el municipio. En esa ocasión el presidente municipal se comprometió a suspender los cambios de uso de suelo, a declarar una zona de reserva agrícola así como a proponer un nuevo Plan de Desarrollo Urbano para el municipio, lo cual hasta ahora no se ha cumplido. La decisión de suspender los cambios de uso de suelo en este municipio tendría un impacto en la empresa constructora Ivi, la cual desde el año 2006 comenzó a edificar un proyecto inmobiliario de 413 viviendas sobre terrenos ejidales. |
TRABAJADORES: DURO CON LAS RATAS SEUDO-SINDICALISTAS Y LOS PATRONES ABUSIVOS Y RATEROS
Denuncian trabajadores de Electropura acoso y hostigamiento laboral
FOTO: ARCHIVO
- 100 trabajadores repartidores de Agua Electropura, filial de Pepsico, desarrollan un paro de total de actividades tras acusar hostigamiento de sus superiores y violación a sus derechos laborales.
Afuera de la empresa, ubicada en Avenida Tecnológico número 65, los trabajadores acusaron que aunque tienen un sindicato afiliado a la CROM, desconocen su contrato colectivo de trabajo y constantemente se violan sus derechos laborales.
Uno de los afectados indicó que los supervisores les exigen el pago de una cuota económica, independientemente del volumen que vendan en el día, y si no se cumple, se amenaza con quitarles el trabajo.
Además, ahora también realizan la venta de botellines de agua, aunque en su contrato se les estipula que solo pueden vender garrafones de agua y por esa venta no existe un pago adicional.
Los trabajadores también se quejaron de que no se respeta el horario de trabajo pues la jornada va de 7 de la mañana a 21 horas y nunca hay un pago por horas extra.
Otro sindicalizado refirió que desde hace cinco años no hay reparto de utilidades pero su sindicato ni siquiera les ha informado de la carátula fiscal que por ley tiene que presentar la empresa.
Los trabajadores coincidieron que constantemente el gerente de esa empresa los amenaza con quitarles el trabajo por lo que pidieron la intervención de la Secretaría del Trabajo y Competitividad para que los asesore pues desean desafiliarse de su actual sindicato y crear otro que realmente los represente.
Trabajadores de Electropura carecen de prestaciones | |
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Este martes, unos 120 repartidores de agua de la empresa Electropura, la cual es filial de Pepsico, llevaron a cabo un paro de labores para denunciar que tienen malas condiciones laborales, como el ser objeto de hostigamiento por parte de los jefes y la falta de un horario, salario fijo y utilidades. Los trabajadores inconformes están afiliados a la Confederación Revolucionaria de Obreros Mexicanos (CROM); sin embargo, señalaron que el sindicato protege los intereses de la empresa, pues llegan a trabajar hasta 14 horas sin el pago de horas extras. Precisaron que lo anterior se debe a que no tienen un sueldo fijo, sino que su salario se desprende de las comisiones que obtienen de los productos que deben comercializar cada día, por lo que no pueden dejar de laborar hasta que cumplan con dicha meta. Después de unas tres horas de que inició el paro laboral, los directivos de la empresa amenazaron a los manifestantes que de no reanudar las labores serían despedidos. Esta postura fue secundada por el delegado sindical de la CROM, Alejandro Contreras. Los trabajadores se dedican a distribuir garrafones de agua en las misceláneas y abarroterías de la ciudad de Puebla, pero en esta ocasión se rehusaron a salir de la compañía e iniciaron un paro de brazos caídos. Uno de los sindicalizados entrevistados indicó que la firma –dedicada a la producción y venta de agua purificada– no puede acusarlos de abandono de trabajo, pues se presentaron al mismo, y sólo solicitan que sean respetados los derechos laborales. Explicó que el gerente de ventas, Fernando Rosales, les exige una cuota de garrafones y botellas de agua que deben comercializar al día y sólo pueden regresar a entregar cuentas hasta que la cumplan. “Se nos hace injusto porque a raíz de que las ventas han bajado hasta en 50 por ciento, no podemos vender el número de productos que se nos pide y por ello somos amenazados y laboramos hasta 14 horas al día sin obtener nada extra”. Otro de los trabajadores agregó: “no tenemos un salario fijo, lo cual es ilegal. Nuestros jefes no entienden que la gente ya compra menos garrafones de agua porque prefieren llenarlo”. Manifestó que buscarán formar otro sindicato que no esté afiliado a la CROM porque el que los representa no exige sus derechos. Indicó que desde que entró a la empresa hace cinco años, no hay pago de utilidades, mientras que el personal de recursos humanos en varias ocasiones ha restringido su derecho a vacaciones. |
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