Iztapalapa
1. La mascarada seudolegal pactada por Calderón con Jesús Ortega para imponer con un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a Silvia Oliva –aliada de Los Pinos– por sobre la lopezobradorista Clara Brugada –abanderada del movimiento popular–, como la candidata del PRD a la jefatura delegacional de Iztapalapa, con vistas a que el PAN se apodere de la capital en 2012, ha sido tan burda que ha terminado por desenmascarar a los dos cómplices.
2. El desastre institucional que han ahondado en el país los asesores del Partido Popular español que Calderón trajo para poder mantenerse en el gobierno no puede, sin embargo, extrañar a nadie, ya que el michoacano, que llegó a la silla presidencial por un fraude electoral, se ha mantenido en el poder a pesar de su desastrosa gestión por el uso faccioso de las fuerzas armadas y una costosísima campaña mediática, y no tendría otra opción para prevalecer que el fraude que está de nuevo preparando en este 2009.
3. Los llamados al abstencionismo o a la anulación del voto que han proliferado en este proceso han generado una enorme confusión porque han provenido de diversos horizontes políticos y tienen propósitos opuestos, ya que si bien un sector de ciudadanos asqueados por el sistema electoral fraudulento y las manipulaciones que están haciendo Calderón y los panistas convocan como protesta a abstenerse o a anular el voto (sin darse cuenta de que su propuesta no tendría efecto dado que, como en pasado, la principal consecuencia de ella sería que panistas y priístas se repartiesen sus votos), desde la derecha se promueve también esta reacción para desmovilizar a los sectores populares.
4. La realidad de las cosas es que la llamada transición mexicana
no ha sido más que un proceso de regresiones en lo económico, en lo social y desde luego en lo político, y particularmente en lo político-electoral, donde a) el IFE, en manos de pillos del partido en el gobierno, no es más confiable que la Comisión Federal Electoral que existió hasta 1995; b) el TEPJF, lejos de garantizar procesos democráticos no ha sido más que un instrumento del Ejecutivo y no ha tenido más función que presentar como legales
las imposiciones políticas; c) los ciudadanos siguen sin tener otras vías institucionales de participación democrática, y sin que se les reconozcan derechos políticos plenos; y d) los partidos políticos, de ser instancias ciudadanas, se han convertido en instrumentos del poder oligárquico, financiados y sometidos por el Estado para hacer viable la imposición del modelo atroz del capitalismo neoliberal que entrega el control de las riquezas de las naciones y de los derechos de los pueblos a los consorcios trasnacionales.
5. Los partidos políticos han sufrido en los años del neoliberalismo una mutación profunda en sus principios, su organización y sus objetivos y en su casi totalidad se han subordinado a los dictados de los organismos financieros internacionales y del gobierno de Washington de tal suerte que en buena parte de los países los ciudadanos no tienen opción en las elecciones: todos los partidos se asemejan, y cuando en alguno surge una corriente disidente el Estado tiene los medios para someterla, por la sencilla razón de que los partidos no representan intereses populares, y ése es el proceso por el que atravesó el PRD: es bajo la conducción de los chuchos, al igual que el PRI y el PAN y sus aliados, un instrumento de los grupos oligárquicos.
6. En México, el TEPJF no sólo legalizó
el fraude de Calderón y de sus secuaces, sino que al poder intervenir en asuntos internos de los partidos impuso fraudulentamente en 2008 como presidente del PRD a Jesús Ortega, hombre de las confianzas de Calderón, al igual que ahora pretende imponer como delegada en Iztapalapa a Silvia Oliva.
7. La corriente llamada Nueva Izquierda o de los chuchos del PRD, que se apoderó del aparato partidista en una paciente labor de zapa de varios lustros con el apoyo de los gobiernos panistas de Fox y de Calderón y el aval del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, que la ha seguido apoyando en los últimos años, según se ha señalado, por resentimiento con el movimiento popular que respaldó a Andrés Manuel López Obrador, funge como un ariete del capitalismo neoliberal y del propio PAN para terminar de liquidar un proyecto político, reconvirtiendo al PRD en un partido paraestatal o palero: una versión de la socialdemocracia a la mexicana que apoye al gobierno espurio de la ultraderecha y colabore al desmantelamiento del Estado mexicano y de sus instituciones sociales.
8. Las prácticas gangsteriles y depredadoras de las que muchos militantes han acusado a Jesús Ortega y a muchos de sus cómplices, para terminar de destruir un proyecto político y uncirlo al modelo neoliberal, poniéndolo al mismo tiempo al servicio del grupo yunquista del PAN, no se inscriben, en consecuencia, más que en ese proceso global, que en América Latina han respaldado fuerzas políticas que se pretendían de izquierda
y democráticas
, hoy completamente corrompidas como Acción Democrática, de Venezuela, o el APRA, de Perú.
9. La respuesta ciudadana ante el doble desafío de a) un sistema electoral fraudulento como el que Carlos Salinas de Gortari pactó en 1988 con los panistas (que ahora lo están traicionando alentados por el PP español) para entregarles la Presidencia en 2000, y b) el hecho de que las opciones se cierren y el aparato del PRD esté en manos del gobierno, debe seguir siendo, por lo mismo, la organización, la movilización y la resistencia civil, pero si existe un resquicio electoral y hay candidatos democráticos del movimiento popular bajo los emblemas de Convergencia y del PT hay que votar por ellos y evitar que la derecha fascista se apodere por completo del aparato electoral.
10. Muchos mexicanos lo han entendido y la disputa por Iztapalapa va a ser, por eso, larga, pero es desde ahora ya significativa, pues el proyecto oligárquico manipulador va a encontrarse muchas más resistencias de las que supone.
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Comienza la intervención (abierta)
Dólares y supervisiones
La tía Saluca y las angustias
Estado fallido, al grado que la mano mendicante del calderonismo contratista ni siquiera ha mostrado alguna forma de insatisfacción porque los fondos invasores hayan sido aprobados en el paquete de la Ley de Gastos de Defensa Suplementarios para Irak y Afganistán, en una aceptación implícita de que Los Vinos acepta que México está en el mismo rango de peligrosidad y descomposición que Estados Unidos asigna a aquellos dos países.
Nadie da dinero porque sí, y menos una potencia como la vecina, de tal manera que las presiones, órdenes y evaluaciones serán constantes. Ayer mismo, Hillary Clinton fue instruida para que en 45 días presente un informe de la manera en que el gobierno calderonista atiende las quejas por violaciones a derechos humanos que hubieran realizado policías y militares. Con Oaxaca y Atenco tendrían, pero el expediente día con día se engruesa (o engrosa, ambas formas son correctas), e incluso los nuevos patrones agregaron un apartado especial para el caso de Brad Will, el periodista independiente asesinado en Oaxaca por policías de la administración de Ulises Ruiz, el gobernador de manos rojas que impulsó una farsa judicial para acusar a sus opositores de matar a un informador que trabajaba del lado de las barricadas y no detrás de o junto a las policías militarizadas. En el colmo de la injusticia, entre aberraciones procesales, un militante de la APPO, Juan Manuel Martínez Moreno, ha sido habilitado como presunto culpable de la muerte de Will. La jugada está clara: por un lado se entrega el botín de cientos de millones de dólares (el sabido Caballo Meridense de Troya) y por otro se abre el expediente hipócrita (una forma de chantaje, en realidad) de las preocupaciones
estadunidenses por las violaciones a los derechos humanos que sus marionetas locales envalentonadas cometan.
La aprobación de los gastos estadunidenses de intervención servirán al calderonismo para añadir presuntas medallas de honor al uniforme de superhéroe planetario que en su propia tierra enfrenta con gallardía, según los anuncios pagados en radio y televisión, al narcotráfico (que habían solapado los mismos funcionarios que el Titán de Morelia rescató del foxismo, como García Luna y Medina Mora, y que el propio Grandote de San Cristóbal había tolerado haciéndose de la vista redituablemente corta). La campaña panista de leva de votos podrá presumir que Estados Unidos finalmente se doblegó ante las continuas exigencias felipistas de que los gringos le entraran con un moche al jale local contra (determinados) narcotraficantes.
Astillas
Sólo para el registro de asuntos de Salud: el pasado domingo, la tía Saluca dijo en su casa de Celaya que veía más flaco y angustiado
al más famoso de sus sobrinos. La tía Saluca es María de la Salud Hinojosa, casada con Francisco Gallego, y fue visitada durante varias horas por su sobrino, Felipe Calderón. La tía Saluca, por cierto, asistía a su vez a reuniones políticas organizadas muchos años atrás por una panista con pretensiones, Marta Sahagún... Margarita Zavala volvió a ir a Hermosillo para confortar a algunos padres de familia, mientras la impunidad continúa y más niños mueren. Tampoco esta vez pudo conocer personalmente a su pariente concesionaria de guarderías, pero nuevamente la acompañó la esposa del gobernador Bours Castelo (Ah, BC), Lourdes Laborín, que también forma parte de la Gran Familia Feliz... A propósito de familias enriquecidas mediante la política, el negocio llamado Partido Verde Ecologista de México recibió ayer un amable empuje electoral del licenciado Felipe Calderón, al anunciar que cuando no haya medicinas en el ISSSTE se darán cupones para obtenerlas en farmacias privadas, lo que embona parcial, pero oportunamente, con la propaganda del falso ecologismo, especializado en el saqueo de recursos públicos... Sanjuana Martínez ha escrito Se venden niños, un libro en el que, tomando como punto de referencia los 25 pequeños desaparecidos de los albergues de la Iglesia Cristiana Restaurada (once en Casitas del Sur, en el DF; otros once en La casita, de Cancún, y tres en Caifac, Monterrey), fundada por Jorge Erdely Graham, se denuncia que “en México desaparecieron 45 mil niños el año pasado, de acuerdo con cálculos de las organizaciones no gubernamentales que se dedican a la protección de la infancia, y se cree que esta escalofriante cifra va en aumento. Otras fuentes señalan que el número asciende a 500 mil en pasados siete años. Respecto a Erdely, la citada iglesia, sus casitas
y los niños secuestrados, Sanjuana señala que no existe ninguna orden de aprehensión contra el presunto especialista en sectas y que la procuraduría capitalina de justicia
mantiene un silencio cómplice. Un país que renuncia a sus valores y abandona a sus niños compromete su dignidad y su futuro. ¿Dónde están? Los niños perdidos de Erdely son hoy la vergüenza de México
... Respecto a la mordedura chuchista de lengua, el profesor Benjamín Cortés Valadez envía una décima titulada A veces dardo lanzado/ va a nuestro propio tejado: Se nota que el intelecto/ a veces es tan carente/ que de un léxico imprudente/ no se calcula el efecto/ y nos hace al interfecto/ llamar con cínica audacia/ lo que es la propia desgracia,/ y así Ortega a Andrés Manuel/ llamó traidor, siendo que él/ ya lo es por antonomasia
... ¡Feliz fin de semana!
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La concentración del poder en las burocracias de los partidos grandes y chicos, la banalización del debate nacional y los magros resultados en todas las materias de la vida pública, han abonado para la creación del mayor descrédito que se tenga memoria de la llamada clase política mexicana, en especial de los legisladores y dirigentes partidarios, pero también es imposible soslayar la agresiva campaña por descalificar al Poder Legislativo, sobre todo en los tiempos en que se han sometido a la consideración del Congreso de la Unión iniciativas de ley con afanes privatizadores o relacionadas con el control de los medios electrónicos.
No obstante, esta campaña de linchamiento mediático tendría un impacto menor, si el Legislativo tuviera una organización diferente y un sistema de trabajo que permitiera a la ciudadanía ver expresados sus anhelos y demandas en la actuación del Poder legislativo. Sin embargo, las críticas de Televisa al trabajo legislativo no son por las deficiencias parlamentarias, sino por el tipo de decisiones que se toman. Por ejemplo, las decisiones legislativas que debieran ser cuestionadas por su incorrecto procesamiento, a los ojos de Televisa aparecen como un acto de responsabilidad, como cuando el primero de diciembre de 2005, en una extraña unanimidad de 321 diputados de todos los partidos políticos en la Cámara de Diputados, aprobaron en menos de siete minutos reformas a las leyes de radio y televisión que permitirán a Televisa una apropiación del espectro radioeléctrico por 30 años, sin necesidad de licitar y menos de pagar contraprestación alguna al Estado mexicano. Ante esta votación, los mariachis callaron.
La exigencia y dureza que mantienen las televisoras frente a los legisladores se convierte en amnesia ante el Ejecutivo. ¿Han escuchado a un comentarista de las televisoras que cuestione sobre la cantidad de empleos que prometieron se crearían en México? En los pasados nueve meses se han perdido 800 mil empleos, la producción industrial cayó 13.2 por ciento en abril, la cantidad de adictos se ha incrementado en 50 por ciento en años recientes, y 76 por ciento de los mexicanos, según Mitofsky, percibe un incremento en la inseguridad. ¿Cuál es la guerra que vamos ganando?
El reduccionismo de Televisa de presentar al respetable señor Alejandro Martí como vocero de la ciudadanía es parte de la ilusión óptica para poner contra la pared al Poder Legislativo. ¿Cuándo los ciudadanos lo nombramos nuestro representante? ¿De cuándo acá dan tanto tiempo a alguien en horario estelar, como dijera Cantinflas, así porque así, chato?
Lo que México requiere con urgencia es la construcción de un nuevo pacto social de la misma dimensión histórica de la Independencia, la Reforma o la misma Revolución. Ni más ni menos. La orientación, profundidad y extensión de los cambios que habrán de impulsarse es el punto inicial de coincidencias y controversias.
La construcción de un nuevo pacto social no es prescindible, es una necesidad de cuya satisfacción dependen la paz interna, la unidad nacional, la soberanía y la integridad territorial. Éste es el compromiso que deben asumir todas las formaciones partidarias, sin mezquindad ni regateos. Lo que está en juego no son sus triunfos o derrotas, sino el destino del país.
El nuevo pacto debe ser construido mediante un proceso de diálogo nacional convocado por la próxima legislatura, en el cual participen los partidos políticos, las organizaciones sociales y políticas, el sector productivo y de servicios, las instituciones educativas, intelectuales y artistas, los medios de comunicación, trabajadores de la ciudad y del campo, los ayuntamientos, los congresos y gobiernos locales, los poderes de la Federación y los ciudadanos que, sin importar su filiación partidista o credo religioso, quieran participar y comprometerse en la solución de los problemas nacionales.
Y si como de firmar se trata, harían bien los dirigentes partidarios, si en verdad tienen genuino interés por recuperar la honra y el decoro para la actividad política, en firmar un acuerdo para que al margen de la composición de la próxima legislatura se convoque a un gran diálogo nacional para la construcción de un nuevo pacto social, cuya profundidad llegue hasta donde la sociedad demande. Ésta es una de las pocas posibilidades para detener una conflagración nacional que parece se avecina ante el deterioro de la vida política en México.
Es necesario reconocer que no sólo los grupos de poder alientan la campaña para la anulación del voto, sino también muchos ciudadanos que no se ven representados en los partidos. Sus razones son de fondo y nacen de un razonamiento sincero ante el penoso escenario electoral.
Coincido con este sector en su desesperanza, pero tengo claro que esta acción genuina será aprovechada por quienes tienen en sus manos la capacidad de maniobrar en términos mediáticos. No votar, anular o votar en blanco es un respaldo indirecto al autoritarismo. Quizá muchos de quienes así piensan no tengan esa intención, pero al final de cuentas ésa será la consecuencia de su actitud.
Votar es un derecho que ha costado mucha sangre, no tenemos el sistema al que aspiramos, pero hago mía la frase de algún pensador que dijo: ¡La peor de las democracias es mejor que la mejor de las dictaduras!
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