■ El “espurio” no puede cambiar nada; está atrapado en la mafia que lo llevó a Los Pinos
El proyecto anticrisis, tan limitado como Calderón; no funcionará, señala AMLO
■ Mañana, asamblea en el Zócalo; se exigirá al gobierno bajar tarifas de combustibles y electricidad
Guachinango, Jal., 23 de enero. El programa anticrisis que anunció el “gobierno usurpador” no va a resolver los problemas económicos del país porque es limitado, “como limitado es el espurio Felipe Calderón, no sólo por sus aptitudes y capacidad, sino porque está atado, como resultado de las componendas con los grupos que lo llevaron a la Presidencia de la República”, aseveró aquí Andrés Manuel López Obrador.
Al continuar su gira de trabajo por Jalisco, el tabasqueño sostuvo que en la administración panista “no hay interés ni voluntad” de cambiar la política económica para atender las demandas sociales, de tal suerte que Felipe Calderón “seguirá apoyándose en los medios de comunicación para engañar a la gente, porque si no fuera rehén de la mafia de la política habría anunciado la reducción del precio de las gasolinas y el diesel, como ofreció en la campaña; habría bajado el salario de los altos funcionarios o habría quitado impuestos inexplicables, como el IETU”.
Gran vida de los funcionarios
El ex candidato presidencial agregó que no se puede entender cómo en Estados Unidos, la economía más fuerte del mundo, en su primer día de mandato, el presidente Barack Obama puso en marcha un programa de austeridad, “mientras aquí, en México, con todos los problemas que tenemos, los altos funcionarios se siguen dando la gran vida como si nada pasara, con salarios que superan los 600 mil pesos; Calderón no tiene interés de cambiar nada y, además, no puede hacerlo por estar atrapado en la red de intereses que lo llevaron a Los Pinos”, dijo.
Por eso –apuntó–, cada vez es más importante mantener el movimiento en defensa de la economía popular, para obligar al gobierno “usurpador” a utilizar todos los instrumentos a su alcance para dar respuesta a la crisis que enfrentan los mexicanos, “ya que si antes todo estaba mal, ahora va a estar peor”, enfatizó.
En diversas entrevistas radiofónicas, López Obrador fue interrogado también respecto al papel que jugará en el proceso electoral de este año. Adelantó que en lo que toca al Distrito Federal, apoyará a los candidatos del PRD, ya que las organizaciones y sectores de este partido han mantenido su respaldo al movimiento por la defensa de la economía popular, mientras que en los estados respaldará a los de PT y Convergencia, ya que –explicó– estos partidos “han sido congruentes y también han mantenido el apoyo al movimiento”.
Asimismo, reiteró su rechazo a contender por una diputación federal; “eso es lo que quisieran nuestros adversarios” –que se alejara del movimiento nacional en defensa de la economía popular, al cual dedica todo su tiempo.
Cuando los reporteros le preguntaron si participará en las elecciones federales de 2012, manifestó: “no sabemos qué nos depara el destino; vamos a esperar”.
A lo largo de su recorrido, López Obrador escuchó la queja de los pobladores de esta región de Jalisco, donde muchos han abandonado el campo por falta de apoyos y se han marchado a Estados Unidos para buscar empleo.
Ante ello, el tabasqueño expresó su confianza en que el presidente de ese país, Barack Obama, dé a conocer un plan migratorio, “porque todavía hay indicios de que se van a endurecer” las medidas para evitar el cruce a su territorio. Destacó que un eventual cierre de la frontera común implicaría cerrar la puerta a los 600 mil mexicanos que cada año se van por necesidad a la nación vecina.
Recordó que en días anteriores dio a conocer una carta dirigida a Obama, donde le expresa que la cooperación es la base de una buena relación bilateral y que sería un grave error poner en marcha –por parte de su gobierno– una política que impida el flujo migratorio hacia Estados Unidos.
Reiteró también que ante la decisión del presidente estadunidense de aplicar un plan de austeridad, “es un insulto que la administración del títere de Calderón no ordene una reducción de los salarios de la alta burocracia panista y que utilice el presupuesto público, de aproximadamente 3 billones de pesos para este año, para pagar atención médica privada a aquellos que se creen de sangre azul”.
Denunció ante los medios de comunicación que el “gobierno espurio” de Calderón Hinojosa no ha puesto en marcha acciones encaminadas a atemperar los efectos de la crisis económica y “todo ha sido pura simulación y mentira”. Recordó que el panista presentó un plan anticrisis que “es un refrito de lo que viene pregonando desde la pasada campaña presidencial, aunque nunca haya cumplido una sola letra”.
En su recorrido, mencionó que este domingo se llevará a cabo una asamblea nacional en el Zócalo de la ciudad de México, donde se darán a conocer las acciones en defensa de la economía popular. Adelantó que en la concentración ciudadana se exigirá al gobierno calderonista que baje las tarifas del diesel, la energía eléctrica y las gasolinas, porque resulta insuficiente un congelamiento de precios.
En los mensajes que dirigió a simpatizantes del movimiento por la defensa de la economía popular, el “presidente legítimo” de México subrayó la necesidad de concretar un cambio real y verdadero en el país, por la vía pacífica, pero con la participación de millones de ciudadanos libres y conscientes de que el actual régimen, de privilegios y de corrupción, debe modificarse.
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L@S POBAN@S SABEMOS HONRAR EL COMPROMISO QUE HICIMOS DE RESPONDER AL LLAMADO DE NUESTRO PRESIDENTE, LOS INTEGRANTES DEL MOVIMIENTO EN DEFENSA DE LA ECONOMIA POPULAR EN NUESTRO ESTADO CUMPLIMOS LA META, 82 AUTOBUSES SALDRAN DE DISTINTOS PUNTOS DE TODO EL ESTADO, CON MILES DE POBLANAS Y POBLANOS BRIGADISTAS A SEGUIR ASISTIENDO A SU CITA CON LA HISTORIA. LA FUERZA Y ORGANIZACION QUE DIA A DIA VAMOS CONSTRUYENDO EMPIEZA A RENDIR GRANDES RESULTADOS, ESTE AÑO VAMOS A SEGUIR ADELANTE EN LA CONSOLIDACION DE NUESTRO MOVIMIENTO.
¡ES UN HONOR LUCHAR CON OBRADOR!
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Convención Nacional Democrática-Puebla
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Tel: 5029398
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La ciudad y los jóvenes
En actos, reuniones y seminarios que han tenido lugar en las semanas recientes en la capital del país, se ha vuelto una y otra vez al tema de la violencia, ligado con el de la inseguridad y todo esto, conectado con la problemática de los muchachos: niños, adolescentes y jóvenes. Desde diversos puntos de vista se coincide en que si queremos cambiar el panorama de nuestra sociedad, alrededor de los temas mencionados de la delincuencia y la violencia, es fundamental atender a la juventud.
Las propuestas han ido desde el incremento de las penas, (el partido verde pálido que padecemos, la propone; mañana propondrá los azotes, el potro del tormento o el garrote vil), hasta programas de sicología grupal y reformas tendientes a fortalecer los lazos familiares.
Las formas de comunicarse entre los jóvenes, se han vuelto violentas, no sólo en los hechos sino también en el lenguaje; esto no debe extrañarnos si damos un vistazo a los medios de comunicación y a los juegos con los que los muchachos se entretienen. Todo es violento: golpes, saltos, patadas y balazos, muchos balazos, sangre, aun cuando sea virtual.
Así, no debe extrañarnos que existan fenómenos como el bullying que tantos dolores de cabeza da a las autoridades educativas en nuestros días y que ha sido motivo, afortunadamente, de congresos, estudios y propuestas para su erradicación.
El bullying es la violencia excesiva de los muchachos más fuertes sobre los más débiles en el ambiente interno de las aulas y tiene que ver con el abuso del poder y la competencia desmedida y sin reglas; el fenómeno no es nuevo, ha existido siempre; algunos abusan, otros no se dejan y otros más toleran; en mis tiempos de estudiante se decía que “se agarraban de puerquito” a tal o cual compañero, más tímido o menos valiente; sin embargo si había una pelea, era de uno contra uno, terminaba casi siempre con un apretón de manos y si alguno caía, el que continuaba la agresión contra el caído, era considerado un cobarde y recibía el rechazo de sus compañeros.
Ahora parece que las cosas se complican y que en efecto hay que atender el problema, las peleas son sangrientas, tumultuarias y las hay también entre mujeres.
Los jóvenes, coinciden los expertos de antaño y los de hoy, necesitan espacios de recreación física y ámbitos de convivencia social, oportunidades y comprensión.
En este sentido, en diversos niveles del gobierno, se están haciendo cosas positivas; el programa de la ciudad de México “Prepa Si” que facilita y apoya a quienes quieren estudiar el bachillerato, es un ejemplo, las tardeadas sin alcohol y sin humo de cigarrillos, que ha impulsado el Instituto de la Juventud de la capital, son otro ejemplo de la importancia que se le está dando en esta ciudad a la inseguridad, atacándola en sus causas y no sólo en sus efectos.
Sin duda, comprender a los jóvenes, apoyarlos para que estudien, proporcionarles tutores o elaborar, como lo hace la Secretaría de Educación de la ciudad, programas de tutores para secundaria, son más eficaces que aumentar años de cárcel y atiborrar los reclusorios de muchachos que cometen errores o “calaveradas”, como se decía en otras épocas, y tienen que pagarlo con meses o años de reclusión en los peores lugares para la reinserción social o para revertir la mala tendencia; es un lugar común decir que de las cárceles se sale peor que como se ingresó.
Es importante también el proceso que se está llevando a cabo para implementar las reformas constitucionales y penales que distinguen la llamada justicia juvenil del resto del sistema judicial. Todo contribuye para bien o para mal, nada es indiferente, es por ello que si se toman medidas positivas, las reconocemos, pero si se pretende apelar tan sólo a la mano dura, a la cárcel a rajatabla o a la disminución de los años para librar la prisión preventiva como algunos lo piden, tendremos que criticarlo y condenarlo.
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Que lo entienda Enrique Peña Nieto: los sitios y monumentos arqueológicos e históricos son la herencia de todo el Pueblo mexicano.
Los trabajadores del INAH convocan:
A 70 años de la fundación del INAH
TOMA SIMBÓLICA DE TEOTIHUACÁN
3 de Febrero de 2009, Sitio arqueológico de Teotihuacan Edo. de México
Más información en: altoaladestrucciond
Si eres Mexicano y te interesa, reenvíalo y concientiza a otros
Riqueza cultural como mercancía: Zabludovsky
En su noticiario radiofónico De una a tres, el periodista Jacobo Zabludovsky lamentó ayer las intenciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de continuar con el montaje del espectáculo de luz y sonido Resplandor teotihuacano, a pesar de las críticas que ha recibido dicho proyecto.
Luego de escuchar la nota de una de sus reporteras sobre el tema, en el sentido de que el titular del INAH, Alfonso de Maria y Campos, negó que el espectáculo se vaya a detener, Zabludovsky consideró que dicha iniciativa busca presentar el patrimonio histórico del país como un simple producto de consumo, como el que se puede adquirir en un supermercado.
“Ahora resulta –comentó el periodista– que las pirámides van a ser como las visitas que se hacen por el río Sena (en París), donde vas viendo los edificios iluminados por colorcitos. Lo lamento profundamente, porque cuando fui por primera vez a Teotihuacán las pirámides estaban en estado semisalvaje.”
A la Pirámide del Sol, rememoró el conductor, se podía subir sin ningún problema, pero la de la Luna parecía un “cerro cubierto de tierra”, y además podían encontrarse piezas de obsidiana y cerámica diseminadas por ahí.
Sin embargo, a pesar de ello, el sitio arqueológico tenía un espíritu distinto, y no como ahora, que “las pirámides parecen de plástico. Cuando dicen recobrar un monumento histórico en México, es darle en toditita la chapa, porque lo convierten en algo así como si lo estuvieran vendiendo en Wal-Mart”.
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Desfiladero
■ Con Obama llegó a la Casa Blanca la perestroika al estilo gringo
Tema obligatorio para intentar cualquier balance de los acontecimientos políticos semanales, es el marcado tufo a perestroika a la gringa que han dejado en el aire las decisiones inaugurales de Barack Obama. La primera que tomó fue suspender por 120 días los juicios contra seis acusados de terrorismo, presos en Guantánamo como sospechosos de los ataques a Nueva York en septiembre de 2001.
Emulando al Mijail Gorbachov de 1985, definió nuevas reglas de “transparencia” y un código de ética para los integrantes de su gobierno. Acto seguido, llamó por teléfono a líderes de Medio Oriente para buscar una salida a la “crisis de Gaza” –eufemismo para “matanza de palestinos bajo las armas pavorosas de Israel”, que Obama jamás enfocará así porque, entre otras cosas, sus compromisos con Tel Aviv le permitieron llegar a la Casa Blanca.
Renuente a perder un solo minuto en su primer día de trabajo, de inmediato consultó con los generales y almirantes del alto mando militar sobre el retiro de tropas estadunidenses de Irak. Pero antes permaneció momentáneamente a solas en la Oficina Oval, donde encontró encima del escritorio un sobre cerrado y marcado con este mensaje: “From 43 to 44”, o sea, “del (presidente número) 43 para el 44”.
En su segunda jornada de trabajo, el jueves, Obama firmó “órdenes ejecutivas” –así las llama nuestro corresponsal, David Brooks– para prohibir la tortura, clausurar definitivamente el centro de detención de Guantánamo, las cárceles clandestinas de la CIA dispersas por todo el mundo y, es de suponerse, los traslados secretos de prisioneros a bordo de aviones fantasmas.
Sin duda, el nuevo mandatario está usando el manual del buen presidente que aconseja, de entrada, poner todo el énfasis en la política exterior para obtener resultados más o menos espectaculares a corto plazo, en lo que aborda los puntos más arduos y sensibles de la agenda, empezando, desde luego, por la crisis económica del imperio y del mundo, y sus consecuencias sociales en términos de empleo, salario, salud, ahorro, vivienda, educación, medio ambiente y migraciones internas.
Impecable en su trato, en su agradable aspecto y en su elocuente oratoria, que no requiere de telepronters o discursos maquilados por terceros para comunicar sus ideas con claridad y precisión, tiene apenas cuatro años para cambiar la imagen de Estados Unidos en el tercer mundo –o, siquiera, atenuar el odio antigringo que en todas partes sembró George WC–, y mantener en pie los pilares económicos de su país, protegiendo eficazmente a la población de los estragos apocalípticos de la crisis.
Tan escaso tiempo –cuatro años– resultó, sin embargo, más que suficiente para acabar con el complejo y ambicioso proyecto, las enormes aspiraciones y el formidable capital político de Gorbachov: entre 1985 y 1989, el último gran líder soviético de la historia liquidó la guerra fría, restituyó las libertades públicas, dejó atrás la economía centralizada (que ya no era capaz de satisfacer desde el gobierno las necesidades elementales de los consumidores) y propició la irrupción de la economía de mercado y con ésta el retorno del capitalismo y el fin del modo de producción socialista.
A la vuelta de las décadas, el balance histórico de la gestión de Gorbachov dice que éste auspició la reunificación de las dos Alemanias tras la caída del muro de Berlín. Además, liberó del yugo del Kremlin a Estonia, Letonia y Lituania; ayudó a poner fin a las dictaduras estalinistas de Hungría, Polonia, Rumania y Checoslovaquia, pero no pudo meter las manos para evitar que, tras la muerte de Tito, Yugoslavia se desintegrara en una sucesión de guerras de limpieza étnica, tras las cuales surgieron tres pequeños países marcados aún por el odio: Serbia, Croacia y Montenegro.
Toda la geografía política del mundo cambió desde entonces. Nuevas repúblicas adquirieron un puesto en la ONU, los viejos mapas dejaron de funcionar. A Gorbachov, dicen los que saben, no le faltó tiempo para concretar su proyecto, sino que llegó a ponerlo en marcha cuando era demasiado tarde: las estructuras de la URSS estaban podridas y era inminente su derrumbe.
Entonces, por supuesto, salió a flote una de las mafias más sanguinarias y crueles de la Tierra, que se había incubado, a lo largo de muchos años, a la sombra de la burocracia soviética, donde el poder político y los privilegios de los altos miembros de la nomenklatura del sistema eran desde hacía rato sinónimo de delincuencia organizada, como ahora ocurre en nuestro país.
Aquí, el cambio de rumbo impuesto en 1982 por el gobierno de Miguel de la Madrid exacerbó la corrupción que existía en las entrañas del partido oficial y, aunque el eslogan del sexenio aspiraba a la “renovación moral” de la sociedad, fue en ese periodo cuando se disparó el auge del narcotráfico y la gestación de otra mafia, la nuestra, que hoy por hoy compite en crueldad y poderío económico con la rusa.
Desde una óptica ajena a cualquier nostalgia por aquel socialismo autoritario y corrupto que no funcionó, el colapso del imperio soviético abrió un proceso de descolonización que eximió a Moscú de la obligación de calzar y vestir a millones de vasallos improductivos. Libre de esa carga insoportable, Rusia se reconvirtió en una potencia capitalista moderna, que hoy posee y explota el mayor yacimiento de gas natural del mundo, merced a lo cual se permite hablar de tú a tú con China e India, acerca de lo que podría llegar a convertirse en una poderosa alianza asiática contra Estados Unidos.
Obama enfrentará, como es obvio, problemas muy distintos a los que encaró Gorbachov en su momento, pero no podrá soslayar que su pueblo lo llevó al poder porque considera que es el único líder capaz de mejorar los niveles de vida de la gente, mientras, por su parte, las grandes corporaciones toleraron su ascenso para que mantenga el predominio hegemónico del imperio en el mundo y tenga a raya a los gigantes del Oriente.
Resolver las tremendas contradicciones que ya existen y van a agudizarse entre el pueblo de Estados Unidos, empobrecido por el neoliberalismo, y los apetitos insaciables de las empresas y los bancos que ahora tanto dependen de la ayuda financiera gubernamental, será a todas luces el reto más apasionante y complejo de Obama.
Ojalá, para tratar de resolver semejante galimatías, vuelva los ojos a México y se informe acerca de un movimiento social, muy poderoso y extendido en estas tierras, que se consolidó a partir del momento en que buscando la Presidencia de la República, un carismático dirigente popular dijo y repitió en miles de discursos: “para que a todos nos vaya bien, primero los pobres”. Ese líder y ese movimiento van a reunirse mañana, a las 10 de la mañana en el Zócalo. Allá nos vemos…
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Extorsionadores a domicilio
Por: Lydia Cacho
Una mujer joven arregla su boutique en la Quinta Avenida en Playa del Carmen, piensa en su familia, feliz de haber dejado la ciudad de México. Un hombre entra a la tienda; guayabera negra de lino y pantalón negro, uno ochenta de estatura, tez morena, gesto adusto.. Le explica que la seguridad para que los maleantes no ataquen su tienda le va a costar 30 mil pesos mensuales. Ella no entiende. El hombre levanta su camisa, porta una pistola de alto calibre. “Cada día veinte cobramos” dice el sujeto al salir. El jefe de la policía explica a la mujer y a su esposo: “son los zetas, no se puede hacer nada, denles lo que puedan”. La pareja huye de regreso al Distrito Federal; quebrada, asustada y con sus sueños aplastados en un país sin ley.
Un hotelero me mira a los ojos mientras habla, no puede creerlo, el suyo es un hotel cinco estrellas, la petición de los zetas es de 50 mil dólares mensuales. Ni la policía, ni el alcalde ni el gobernador le pueden asegurar que los narcos no cumplirán la promesa de secuestrar a su hija de 14 años si no paga.
Tal vez lo mejor sea mudar su inversión a otro país, esto parece que empeorará antes de mejorar, asegura.
Caminando en la Quinta Avenida de Playa del Carmen, dealers jovencitos nos ofrecen coca, tachas y methas. Los militares que pasean por la playa, a dos cuadras, miran a las turistas en bikini. Cargando sus rifles y con el rostro cobrizo bañado de sudor, aparentan dar seguridad al turismo. Frente al centro comercial dos agentes federales uniformados de azul, fornidos y guapos, sonríen y charlan con unas jovencitas americanas.
Los negocios, desde restaurantes y cerveceras hasta hoteles o perfumerías de lujo en Cancún y Playa del Carmen han recibido las órdenes de pagar un impuesto secundario: el de los sicarios que se hacen llamar Zetas. Los alcaldes y el gobernador responden “hemos pedido apoyo al gobierno federal, el fenómeno nos rebasa”.
En la cárcel municipal de Cancún, un preso detenido por vínculos con el narcotráfico, es el jefe. Una mujer espera audiencia con “el Zeta” él mantiene el control adentro y afuera de la cárcel, el negocio, las drogas, el buen comportamiento de los presos; a las esposas les ayuda para que sus hijos estudien.
El director de la cárcel está de adorno, asegura un custodio avergonzado.
Un convoy de camionetas y patrullas pasa por la avenida Bonampak, supongo que será una avanzada presidencial. A dos cuadras se detienen, de la camioneta blindada y escoltado por militares cubanos, Greg Sánchez, alcalde de Cancún, baja vestido d elino blanco con zapatos claros, para que le tomen la foto para una publicidad de obra pública. Se sube a la camioneta y se dirige a la carretera para luego cruzar hacia Cozumel. Custodiado fuertemente aborda su Lear Jet 45 nuevecito, ordena a su piloto privado que lo lleve a la ciudad de México para reunirse con líderes del PRD, partido al que pertenece.
Por el país Calderón viaja rodeado del Estado Mayor presidencial, los gobernadores con ropa y vehículos blindados, mientras la ciudadanía no tiene protección ante los ex militares transformados en brazos armados del narco.
Aquí mandan los zetas, parece ser la frase con que las autoridades se quedan al final del día. Nadie se salva, ni las grandes corporaciones cerveceras, amenazadas con bazucas, ni los gaseros de Zacatecas, ni los hoteleros de la Riviera Maya. Mientras, en el país se forman grupos paramilitares ante la desprotección del Estado. Parece un mal remake de la historia de Colombia; aunque la sociedad mexicana no ha reaccionado como lo hizo la colombiana. Miles emigran al extranjero para salvar la vida, quien puede culparles. Para los capos no sólo se trata del dinero: lo que les apasiona es apropiarse del poder formal, su guerra -contrario a lo que dice el Presidente- sí es contra la sociedad, así debilitan el poder del Estado. Mientras tanto el procurador dice que no hay guerra, que es solamente contra los delincuentes; sus argumentos son débiles e incongruentes.
Cada vez que les escuchamos, el discurso de legisladores y políticos en general, suena hueco, falso. La verdad es que ni la Suprema Corte se salva de su corresponsabilidad por la situación actual de México. Un fuerte grupo de Ministros han protegido al poder criminal. La sociedad ya lo ha entendido. No sé si en México tenemos un Estado fallido, pero no hay duda de que en algunas regiones estamos padeciendo un Estado desplazado.
¿Qué tendrá que suceder para que arresten a los gobernadores y alcaldes aliados con el Narco?
No se puede construir un estado de derecho sobre cimientos corrompidos.
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