EVENTO PARA HOY:
Jueves 30 de octubre
Hemiciclo a Juárez
5 pm
AMLO y el FAP afinan plan de acción
Andrés Manuel López Obrador se reunió anoche con legisladores integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP) para afinar los detalles sobre el plan de acción general de la tercera etapa de la resistencia civil pacífica, el cual será presentado este jueves a las 17 horas en el Hemiciclo a Juárez.
Alberto Anaya y Ricardo Cantú, dirigente nacional y coordinador de los diputados del Partido del Trabajo (PT), respectivamente, informaron que todo se encuentra listo para la concentración convocada por el ex candidato presidencial.
Los dirigentes petistas señalaron que, como ha manifestado el ex candidato presidencial, se pondrá en el centro del debate la lucha por la economía popular y el tema del otorgamiento de bloques del territorio nacional a empresas extranjeras para la exploración y producción del petróleo.
Cantú adelantó que la próxima semana López Obrador se reunirá con legisladores del FAP para definir el plan de acción correspondiente a la defensa de la economía popular y preparar la próxima visita del movimiento a la Cámara de Diputados, en el contexto de la discusión del Presupuesto Federal 2009.
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■ Anuncia López Obrador la tercera etapa de la resistencia civil
“La lucha sigue, esto no ha terminado”
Andrés Manuel López Obrador advirtió que la lucha por el petróleo no termina con la aprobación de la reforma energética, y anunció la tercera etapa de la resistencia civil pacífica, a partir de este viernes y hasta el 19 de noviembre.
Incluyó movilizaciones a Los Pinos, la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, organismos internacionales y visitas a las sedes en México de las empresas privadas extranjeras que pretenden contratos con Pemex para conseguir bloques o lotes exclusivos de la nación para la exploración y producción del crudo.
Afirmó que este jueves a las 17 horas, en asamblea informativa en el Hemiciclo a Juárez, someterá a votación de los brigadistas los pormenores de este plan general que entrelaza la defensa del petróleo y de la economía popular. Y anunció una marcha para el 23 de noviembre, a las 10 de la mañana, del Ángel al Zócalo, por el segundo aniversario del “gobierno legítimo”.
López Obrador dirigió un mensaje a los brigadistas que ayer mantuvieron un cerco a la Cámara de Diputados, luego de la aprobación de la reforma energética, y una vez que los diputados del Frente Amplio Progresista, que se integraron como Grupo Patria, se incorporaron al grueso de manifestantes.
El ex candidato presidencial agradeció a todos los brigadistas, legisladores y organizaciones civiles que se mantienen en la lucha. “Me siento muy apoyado. Vamos hacia delante”. Y los convocó a mantenerse unidos, “pese a que nuestros adversarios quisieran que no existiéramos… A poco no produce alegría y felicidad luchar en defensa del petróleo y del pueblo”, dijo.
“Yo habría recomendado a los jefes de los diputados de PRI y PAN que mejor hubiesen aceptado lo que les propusimos; les iba a resultar mejor porque a la larga no van a conseguir nada.” Les recordó que la lucha no finaliza con la publicación de leyes. “¡Nooo, esto todavía no termina, apenas va comenzando!”, sostuvo.
Adelantó que cuando Calderón proclame las leyes de la reforma, “vamos a visitar al presidente usurpador”. Después, “iremos a la Secretaría de Energía y a la Comisión Nacional de Hidrocarburos, encargada de elaborar el reglamento de la reforma, porque quieren llevar al detalle la entrega de bloques y el tiempo de duración de los contratos”.
También, integrar el equipo jurídico que interpondrá amparos masivos; que un comité acuda a foros internacionales para denunciar este asunto, y que recoja experiencias de otros países sobre la entrega del petróleo a empresas privadas, a fin de “hermanar nuestro movimiento con todos los que defienden los recursos naturales”.
Anunció que acudirán a las oficinas matrices de todas las compañías extranjeras para “notificarles que no vamos a permitir, por ningún motivo, que se ceda nuestro territorio. ¡Para que sepan a qué atenerse!”, advirtió.
Rendijita · Rocha
Othón Salazar
“Tengo los ojos ciegos de mirar tanta miseria y opresión en Guerrero”, dijo Othón Salazar, si la memoria no me traiciona, al clausurar el último congreso del PSUM. En ese instante se hizo un gran silencio. Una pregunta quedaba en el aire: ¿cuál era el sentido último de todo aquello? ¿Qué dejaba atrás la izquierda junto con símbolos históricos como la hoz y el martillo? Si bien la creación del Partido Mexicano Socialista (PMS) debía renovar la idea de la unidad con una perspectiva anclada en la política más que en la ideología (o al menos eso se decía), convirtiendo el partido en un instrumento útil para la democratización del país y la superación de la crisis, las palabras de Othón (tan opuestas al pragmatismo posterior) sólo se entendían como recordatorio de lo esencial: no hay socialismo –ni izquierda– si la “cuestión social” se relega al segundo plano de las preocupaciones cotidianas.
Para el maestro Othón, a diferencia de lo que piensan otras corrientes de la época, los pobres –los explotados– no se salvarán sublimando la miseria en que viven o adaptándose al mundo injusto que los condena a no cambiar. Siendo como es un revolucionario, no cree en la caridad, sino en la lucha de clases, es decir, en la acción política concebida como comunión de los iguales en contra de la desigualdad. Othón es un maestro. Un maestro mexicano, subrayo, formado primero por la escuela socialista, y más adelante en la Normal Rural de Ayotzinapa y la Escuela Nacional de Maestros, donde inicia sus estudios.
Marxista desde joven, entiende la misión del magisterio como actividad liberadora de las conciencias: sembrar en la infancia las semillas de la libertad por el conocimiento es el primer paso hacia la emancipación, tal como la entiende el pueblo mexicano a través de su historia, mirándose en el espejo de sus héroes, en las lecciones ejemplares extraídas de una realidad de revueltas y revoluciones.
Othón reivindica como propios los valores de la Ilustración que sustentan el laicismo, dándole sentido y continuidad a la gesta inconclusa de la historia patria. Con esa emoción se acerca a la figura del insurgente Vicente Guerrero y recupera la imagen de Lázaro Cárdenas sin jamás hacer a un lado sus convicciones socialistas, faro y guía de su vida pública.
Sus ideas y especial carisma, revelado en su capacidad oratoria, lo llevan a liderar huelgas y acciones estudiantiles, a la resistencia gremial y a encabezar el gran movimiento magisterial que, junto con las movilizaciones de los ferrocarrileros y otros grupos de trabajadores ferozmente reprimidos, marca el comienzo de la era “del desarrollo estabilizador”.
Preso por su actividad sindical, se le despoja de todos sus derechos sindicales y laborales. Se le quita la plaza y se le estigmatiza desde el poder, junto a sus camaradas de la sección 9 del SNTE. Hoy, medio siglo después, la Secretaría de Educación Pública carga con el peso político y moral de esta injusticia, y todo para no contrariar a los dueños espurios del sindicato, socios del actual gobierno panista. No le pueden perdonar a Othón que defendiera el derecho de todos los mexicanos a una educación libre, impartida por maestros y maestras comprometidos con la historia y el futuro del país, responsables de sus actos y no meros empleados al servicio de la burocracia estatal.
(Muchos años después lo visito en su casa de Tlapa: un solo foco ilumina la pequeña estancia donde trabaja; sobre la pared desnuda cuelga una solitaria fotografía donde un joven pobremente vestido descansa en el suelo de los patios de la SEP durante la huelga de los maestros. Luce tan modesto como ahora; nada en esa imagen indica que se trata del máximo líder de aquel movimiento. Me parece un retrato fiel.)
En una u otra trinchera, es el mismo hombre coherente que entiende la política bajo la óptica de los principios y los valores éticos. Por eso es incorruptible y flexible a la vez. Cuando parecía imposible ganarle las elecciones al poder atávico del priísmo local, la comunidad de Alcozauca demostró que la democracia no era, como se solía argumentar, un asunto exclusivamente urbano. Allí la izquierda obtuvo su primera victoria moderna y abrió, simbólicamente, un nuevo horizonte en una región golpeada por la violencia y el hambre.
Durante su gestión al frente de la presidencia municipal de Alcozauca procura cambiar la relación con las comunidades. La primera obra se inaugura en una población priyista que no votó por él. La puesta en marcha de la toma de agua se celebra bajo un gigantesco amate. Hay recelo, desconfianza, pero Othón demuestra, con hechos, que no habrá favoritismos políticos. Durante tres años, el miserable presupuesto municipal se distribuirá conforme a las decisiones adoptadas por las comunidades; por igual se brindan otros servicios y se auxilia a quienes así lo decidan a impulsar proyectos productivos de mayor aliento con el concurso voluntario de profesionales y técnicos universitarios. Pero el maestro Othón sabe que las deficiencias seculares son un pozo sin fondo al que sólo se puede atacar elevando la conciencia y el nivel de organización de los pueblos de la Montaña.
Sin desdeñar recursos, abriendo todas las puertas, trabaja con ahínco para que se desplieguen las energías potenciales, así deba oponerse con firmeza al burocratismo oficial que busca neutralizar el efecto benéfico de la renovación democrática en la región o a las provocaciones montadas por los caciques políticos usando organizaciones como Antorcha Campesina. De cara a las asechanzas subraya: “Alcozauca tiene historia propia, ideario político propio, resolución propia de seguir adelante, hacerlo venga como venga la adversidad. En Alcozacua circulan ideas democráticas, ideas revolucionarias y el espíritu de lucha y de rebeldía no se apagará. La idea de patria le da fuerzas para no perder firmeza” (palabras de Othón Salazar en carta de los ex presidentes municipales a la opinión pública).
Hace unos años, el Congreso de Guerrero distinguió merecidamente al maestro Othón Salazar con la máxima distinción, que lleva el nombre del héroe de la independencia. ¿No es hora de que la izquierda haga lo propio, más allá de partidarismos excluyentes?
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Astillero
■ Dos oportunos botones de muestra: Aeroméxico y papá Mouriño
Ampliar la imagen Luis Eduardo Zedillo Ponce de León y la secretaria de Energía Georgina Kessel, a su llegada a la inauguración del congreso nacional de ingenieros químicos en el WTC Foto: José Carlo González
José Luis Barraza y la familia Mouriño se convirtieron en involuntarios testigos de cargo contra las maravillas de probidad y socialización que presuntamente contienen las enmiendas energéticas mafiosas. De un trazo irónico quedaron (nuevamente) al desnudo la rapiña, la impunidad y las complicidades de quienes usan los recovecos jurídicos y los cargos de representación, pública y privada, para alzarse con los bienes de la nación.
Barraza debería estar hoy sentado en un banquillo de acusados por el fraude electoral de 2006, según lo que tardíamente ha resuelto el tribunal electoral federal (y que es una confirmación más de la ilegitimidad del presunto 0.56 por ciento de diferencia), pero precisamente por lo mucho que aportó a aquella adulteración histórica está cómodamente instalado en el asiento de la presidencia del consejo de administración de Aeroméxico, la línea nacional que Felipe Calderón entregó como premio y compensación a algunos de quienes le ayudaron a instalarse tramposamente en el cargo. Quien fungía en 2006 como presidente del Consejo Coordinador Empresarial fue instrumento de los dueños del capital pesado para enderezar una campaña publicitaria contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, y luego, ya con el beneficiario de esas trapacerías instalado en el poder, continuó como prestanombres político y económico al encabezar a un grupo de grandes empresarios que se quedaron escandalosamente con Aeroméxico.
La privatización de esos lotes o bloques aéreos se dio mediante retorcimientos, chanchullos y cinismo difundidos sin mayor consecuencia en los medios de comunicación (como tantas cosas, como tantos casos) y luego organizados por Francisco A. Servin de Alba (fsda@att.net.mx), en un texto en busca de editorial denominado Sin pase de abordar. Gracias a esas maniobras se hicieron de tesoritos de aires profundos algunos de los más sonados grupos empresariales del país, con Banamex al timón. El ingeniero Barraza, que en su natal Chihuahua sólo llegó a presidir consejos de administración de modestas empresas inmobiliarias (Proyectos Inmobiliarios Impulso, Óptima, Administración de Servicios Óptima, Realiza y Asociados, e Inmobiliaria Realiza), ahora estaba a cargo del Poder Ejecut... no, perdón, del consejo de Aeroméxico, junto a apellidos y marcas notabilísimas: Aramburuzabala (Cervecería Modelo y Televisa, entre muchas otras), Beckman (Grupo Cuervo), Bremond (Liverpool), Canales Clariond (IMSA), Cosío (Las Brisas), Díez Morodo (Modelo), Franco (Infra), Garza (Xignus), Martín Bringas (Soriana), Medina Chávez (FAME), Milmo (Axtel), Salazar Nava (Desarrollo Ganadero) y Tricio (Lala), según las referencias publicadas por CNN-Expansión. Un dato más para cerrar el círculo de la confianza absoluta en quienes se encargan de lo público sin beneficiarse de ello abriendo las puertas a lo privado: el director de Aeroméxico es Andrés Conesa Labastida (sobrino de Francisco, el senador priísta), cercano a Francisco Gil Díaz; Conesa era director de Cintra, la controladora de Mexicana de Aviación y Aeroméxico, antes de que esta línea fuera vendida.
Otro adalid saltó impensadamente al foro para confirmar que México ha sido expropiado en favor de quienes tienen hoy el control del aparato gubernamental. Juan Camilo Mouriño, el mejor ejemplo actual del aprovechamiento de lo político para beneficio económico personal y familiar, ha visto que la muy autónoma PGR (la ley así lo dice, ¿por qué dudarlo?) se bate gallardamente contra el instituto federal de transparencias para impedir que se den a conocer los informes policiacos sobre las acusaciones de lavado de dinero que en años anteriores se hicieron contra Manuel Carlos Mouriño Atanes, el español que llegó décadas atrás a México e hizo una fortuna invirtiendo en campañas políticas para conseguir favores gubernamentales. El gobierno calderonista protege descaradamente a un ciudadano extranjero porque es padre del madrileño que con trampas se ha hecho pasar por mexicano. Papá Mouriño está de regreso en España desde 2006, consolidando un refugio económico de gran nivel para algún hijo metido a la política que regresara a casa forrado de riqueza petrolera o que fuera enviado a Campeche como candidato panista a gobernador para hacer negocios intercontinentales en materia de turismo y energéticos.
Por cierto, el celo de la PGR no debería ser para tanto. El 5 de julio de 2003, Renato Dávalos publicó en La Jornada un reportaje titulado “Patriarca de candidatos en Campeche es investigado en España por lavado de dinero”. Según ese trabajo, “la Interpol de España confirmó que, en coordinación con el Ministerio de Hacienda, ha iniciado las pesquisas para conocer el origen de la prosperidad y operación de las empresas de Mouriño Atanes en esa nación. Oriundo de Vigo, este personaje llegó a México en 1984 en precarias condiciones económicas, y hoy es dueño de 38 empresas de las más variadas actividades, entre ellas una red de gasolineras, y en territorio español tiene seis compañías. Una de estas últimas, Prefabricados de Puentes, del ramo constructor, desde su fundación en 1997 tuvo un aumento de capital que fue de 30 mil a 5.6 millones de euros en 2002, sin reportar ninguna facturación”.
Así fue el primer día después del golpe petrolero: Calderón sesionando con Rodríguez Zapatero y el rey Juan Carlos, Chucho Reyes recorriendo noticieros para festejar lo que él y la pasmada secretaria de Energía consideran un gran triunfo; el sacristán de Morelos, Marco A. Adame, haciendo como que ya resolvió el conflicto magisterial, y María del Carmen Alanís cobrándole a Luis Carlos Uh Fraude el pleito que mantienen desde octubre de 2005, cuando ella hubo de renunciar a la secretaría ejecutiva del IFE por las “injerencias” y “falta de apoyo” de quien ahora con un libro a modo pretende lavar culpas y cara. Y, mientras al instituto electoral chilango llega Zavala, pero no Margarita sino Claudia, ¡hasta mañana, en esta columna que ve los fondos gubernamentales de rescate dirigidos a empresarios y no a la gente pobre!
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