Nuevo round por la educación sexual en secundaria
Los libros y la disputa por la sexualidad
Un libro conservador pagado y distribuido en silencio por el gobierno federal para tranquilizar a los grupos contrarios a la educación sexual y otro editado por el gobierno del DF, de contenido progresista y más acorde con los propios planes de estudio de la SEP, vuelven a poner de manifiesto las diferencias ideológicas que aún entraña la sexualidad. En este reportaje se describe la reedición de una discusión que no parece tener un final cercano.
Luego de haber promovido y firmado la declaración conjunta derivada de la Primera Reunión de Ministros de Salud y Educación para Detener el VIH e ITS en Latinoamérica y El Caribe, México se colocó a la vanguardia internacional de la educación sexual integral desde la perspectiva de los derechos humanos y el respeto a la diversidad social.
Sin embargo, en el momento en que se suscribía el acuerdo —que bussca ampliar el acceso de los jóvenes de la región a la educación sexual laica y científica—, el 1 de agosto pasado, ya estaban distribuidos en todo el país dos millones 300 mil ejemplares del libro Sexualidad y salud humana, elaborado por la organización de ultra derecha Red Familia. Igual número de estudiantes de primer grado de secundaria (inclusive de telesecundarias), que integran la matrícula completa de este año, recibirán este “material de apoyo” que ideologiza los lineamientos estipulados en el programa de estudio Ciencias 1, definido por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Compra por “instrucción” presidencial
A través del oficio DGME/0396/08, con fecha del 6 de febrero de 2008, la Dirección General de Materiales Educativos de la propia SEP solicitó a la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), la compra de dos millones 300 mil ejemplares de Sexualidad y salud humana, editado por Fernández Editores, por un monto que “no debe exceder el techo presupuestal de $10.5 millones de pesos”.
El texto —que ya va en su tercera edición y antes fue distribuido sin el apoyo de la SEP entre estudiantes y maestros de secundaria de varias entidades— es coordinado por Paz Fernández Cueto, activista de la organización empresarial Enlace, identificada por sus posturas conservadoras y “en defensa de la vida”. También colaboraron Lucina Moreno Valle Suárez, historiadora y pedagoga; Ana Luisa Cinta Narváez, abogada dedicada a impartir talleres con el aval de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y Alberto Huante, a quien se le vincula con páginas electrónicas como Catholic.net. Ellas cursaron estudios de licenciatura o posgrado en la Universidad Panamericana, perteneciente a la prelatura católica ultraconservadora del Opus Dei.
La cantidad del erario que finalmente se gastó en Sexualidad y salud humana aún es incierta, pues en una búsqueda realizada por Letra S en Compranet, el portal de transparencia del gobierno federal, el único contrato entre Fernández Editores y la Conaliteg registrado en 2008 consigna un monto de 28 millones 225 mil pesos. La opción “detalles del contrato” estaba deshabilitada.
Cuando el subsecretario de Educación Básica, José Fernando González Sánchez, fue cuestionado sobre el motivo por el que la dependencia distribuyó tal cantidad de ejemplares de un libro que no es de texto, respondió que se trata de “un mandato que tuvimos que cumplir”, según versiones de asistentes a una reunión de los Consejos Consultivos Interinstitucionales, los cuales se encargan de la revisión permanente y mejora continua de los programas de estudio.
El funcionario se refirió a un supuesto acuerdo que empresarios y organizaciones conservadoras agrupadas en la Coalición para la Participación Social en la Educación (Copase) hicieron con el ex presidente Vicente Fox, en su último año de gobierno. En el mismo 2006, Copase inició una polémica criticando varios de los libros de texto del curso Ciencias para el primer año de secundaria, diciendo que incitaban a la sexualidad precoz. El año pasado, la discusión se repitió a pesar de que se modificaron los contenidos de los libros. Los mismos grupos dijeron que se ofrecía “información científica falsa” y que se hacía “promoción sexual” por hablar de masturbación, homosexualidad, condones y anticonceptivos.
La educación corresponde a la familia
Red Familia se encargó de imprimir su ideología en materia de sexualidad y se aseguró de que su visión llegara a todos los estudiantes de primer grado a través de su texto. El problema es que, según investigaciones de la red de organizaciones civiles Democracia y Sexualidad (Demysex), algunos profesores llegan a sustituir el bloque 4 de los libros de texto oficiales (referente a la reproducción) por Sexualidad y salud humana, argumentando incluso que “es más práctico” por su tamaño y peso.
El libro destaca la capacidad de decisión de las y los adolescentes sobre su vida sexual y se alude constantemente a la “responsabilidad”, el “cuidado” y el “amor” de pareja que deben rodear a la sexualidad. Habla, de hecho, de masturbación y de “gozar” del encuentro sexual, pero “a su debido tiempo”, “con la persona adecuada”, lejos de las “presiones” sociales. No obstante, también omite información importante, como la relativa a la diversidad sexual, y enfatiza la relacionada con la abstinencia sexual o con los métodos antinconceptivos “naturales”, que no protegen de las infecciones de transmisión sexual.
“Habrá papás o maestros que quieran dar educación sexual y si la SEP les promueve un libro ‘complementario’ van a hacerle caso”, reflexionó José Ángel Aguilar Gil, coordinador general de Demysex, en entrevista con Letra S.
No existe evidencia médica de que la masturbación ocasione daños físicos, dice el libro en su página 20, pero inmediatamente acota: “Sin embargo, cuando se vuelve recurrente puede denotar ansiedad, estrés, exceso de estímulos visuales, angustia o sentimientos de soledad, situaciones que merecen ser atendidas y resueltas de fondo”.
Ejemplos como éste abundan en el texto, que también resalta la “complementariedad de los sexos”, anulando toda posibilidad de relaciones afectivas o sexuales entre personas del mismo sexo. En la pubertad “quizá empezarás a sentir atracción hacia personas de otro sexo”, anuncia al joven lector, para luego decir que eso es algo “completamente natural”.
Con menos sutileza, Red Familia deja ver su ideología cuando afirma que “la educación sexual corresponde en primer lugar a la familia”, y recomienda a los adolescentes que consulten sus dudas sobre la vida sexual “con tus padres, con algún hermano mayor, con tus abuelos...”.
Al hablar del embarazo, asegura que “si se logra la fecundación (…) podemos considerar que se ha iniciado una nueva vida humana”. A la vez, en el capítulo Erotismo y Amor dice a los jóvenes que “cuando la pasión sexual se separa del amor se produce una forma de comunicación incompleta que no responde a las necesidades afectivas de los seres humanos”.
Aguilar Gil consideró que este libro es inadecuado para trabajar el tema de sexualidad con los niños, pues “no da información científica. La verdad es que es dañino para la salud sexual de los niños y niñas, es preferible usar los libros de texto”.
La libertad crea polémica
Si toda la estrategia de Red Familia fue silenciosa, los grupos conservadores sí alzaron la voz para protestar contra Tu futuro en libertad, el libro editado por el Gobierno del Distrito Federal y asesorado por expertos en salud sexual y reproductiva como Gabriela Rodríguez, directora de la organización civil Afluentes, María Consuelo Mejía, de Católicas por el Derecho a Decidir, y el mismo José Ángel Aguilar. Esta primera edición cuenta con un tiraje de 500 mil ejemplares.
Aunque el propio gobierno local ha dicho que está pensado para distribuirse a jóvenes en preparatoria, bachillerato e incluso licenciatura, ya ha sido solicitado por escuelas secundarias. “Hay que recordar que la mayoría de los jóvenes abandonarán sus estudios después de la secundaria, por lo que quizá no alcancen a conocer este texto”, comenta Gabriela Rodríguez a Letra S.
Pero la SEP anunció que no permitiría la distribución de este material en las secundarias de la ciudad de México, que a diferencia de las de los estados siguen bajo la tutela de la dependencia federal. El 6 de agosto pasado, el director de Operación del Servicio Educativo en el Distrito Federal, Antonio Ávila Díaz, anunció que aquel profesor que utilizara el libro del GDF se haría acreedor a una sanción administrativa, pues el material no cuenta con la autorización de la SEP.
Días después el administrador federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal, Luis Ignacio Sánchez, dijo que había leído el material y que “le gusta” por tratar los temas “con nombre y apellido” (Notimex, 22 de agosto), suavizando la tensión que se había dado entre los gobiernos federal y local en torno al tema, pero sin especificar si se permitiría o fomentaría su distribución.
En entrevista telefónica con Letra S, el secretario de Educación del DF, Axel Didriksson, explicó que nunca se pretendió hacerlo un libro de texto oficial, sino integrarlo a los programas de estudio “como un libro complementario fundamental para cubrir una deficiencia absoluta en el manejo de los temas de sexualidad que ocurre en el currículum formal de la educación en el DF”.
Didriksson lamentó “la decadencia cultural y política que manifiesta la SEP”, pero se dijo respetuoso de la normatividad, por lo que no se propuso Tu futuro en libertad ni como libro de texto oficial ni como material complementario, como sí lo es el texto de Red Familia ya adquirido por la SEP que el funcionario calificó de “atentatorio a la diversidad sexual y a la libertad sexual que nos debemos los mexicanos”.
Así, el texto del GDF, estructurado en forma de preguntas y respuestas, explica sobre la masturbación: “las investigaciones reportan que no causa daño físico ni mental; al contrario, te ayuda a conocer tu cuerpo y en su caso a ensayar tu próxima vida sexual”, y cita beneficios que trae esta práctica, como aliviar la tensión sexual o, cuando se practica en pareja, ser una forma de relación sexual segura que reduce el riesgo infecciones de transmisión sexual y de embarazos no deseados.
¿Qué pasa durante la relación sexual? ¿Qué es el coito y el sexo oral? ¿Qué es el condón femenino? ¿Qué hacer ante un embarazo no deseado? Son algunas de las preguntas que el texto responde de manera directa. Se incluye una explicación sobre cómo utilizar la anticoncepción de emergencia y sobre cómo funcionan los servicios que ofrece el sistema de salud capitalino para la interrupción legal del embarazo.
A finales del mes de agosto, la Unión Nacional de Padres de Familia anunció una campaña contra el que llamó “libro de la muerte”. En la primera etapa, con un millón de volantes, la organización pretende convencer a los ciudadanos de que “el acto homosexual es aberrante”, para posteriormente dar información sobre el aborto y el uso del condón.
En este ciclo escolar, las y los profesores tienen, como material complementario al libro de texto, dos opciones: Sexualidad y salud humana y Tu futuro en libertad. Para poder elegir, considera Axel Didriksson, es importante saber cuál de ellos trata los temas desde el punto de vista laico, científico, sin verdades a medias, sin mentiras, desde la perspectiva de derechos humanos.
Para José Ángel Aguilar, es necesario recordar que en la declaratoria sobre educación sexual recientemente firmada por 33 países latinoamericanos a iniciativa de México, como parte de su papel de anfitrión de la Conferencia Internacional sobre el sida, no se habla de abstinencia y sólo se tocan temas como la información, la libre toma de decisiones, la diversidad, el respeto y el rechazo a la discriminación, por lo que debemos esperar que tanto la Secretaría de Salud, a cargo de José Ángel Córdova Villalobos, como la de Educación Pública, que dirige Josefina Vázquez Mota, sean congruentes con lo que suscribieron.
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