La obra del estadunidense, pieza clave para entender los sonidos contemporáneos
El siempre irreverente músico, Bob Dylan, regresa a México
El cantautor, cuyos temas son himnos de la lucha pacifista, tocará el 26 y 27 de febrero en el Auditorio Nacional
El 29 estará en Monterrey y el 2 de marzo en Zapopan, Jalisco
De la redacción
El creador de Like a Rolling Stone ha obtenido numerosos premios, inclusive ha sonado para recibir el Nobel de Literatura Foto: tomada de Internet
Pareciera que de Bob Dylan se ha dicho todo; lo cierto es que desde su aparición en el mundo de la música ha provocado movimientos alternos, sacudidas, temblores. A sus 65 años es considerado leyenda viviente e influencia para miles de músicos. Sin él no se entiende la música contemporánea. Así, llegará a México tras casi dos décadas de ausencia para presentarse el 26 y 27 de febrero en el Auditorio Nacional de la ciudad de México; el 29, en la Arena Monterrey, y el 2 de marzo en Zapopan, Jalisco, en el Auditorio Telmex.
Robert Allen Zimmerman (su verdadero nombre) nació el 24 de mayo de 1941 en Duluth, Minnesota. El cantautor ha sido la más grande influencia de varias generaciones de las pasadas cinco décadas, en las que ha sido irreverente, por decirlo de manera sutil, hasta convertirse en juez y cronista de la historia estadunidense.
Algunas de sus canciones, como Blowin’ in the Wind y The Times They Are A-Changin’ se convirtieron en himnos antibélicos y de los movimientos civiles de la década de los 60. Sin embargo, y a la fecha, su más reciente disco de estudio, Modern Times (2006), fue el fenómeno de la industria discográfica: Dylan se convirtió a los 65 años en el cantante solista más veterano en la historia que consigue ser número uno en las listas de popularidad en Estados Unidos, tras 46 años de carrera musical. La revista Rolling Stone reconoció el álbum como el disco del año.
Una de las celebridades más influyentes, según Time
Ganador de innumerables premios, como el Grammy, el Óscar, Globos de Oro y su inclusión en el Salón de la Fama del Rock and Roll, Dylan se encuentra entre las cien personalidades de mayor influencia en el mundo, según la lista de revista Time, que en 1999 lo consideró “una de las celebridades más influyentes del siglo XX”, o el reconocimiento de la revista Rolling Stone, que lo colocó como el segundo en su lista de grandes artistas de todos los tiempos (el primer lugar lo ocupan los Beatles), sin olvidar las diversas ocasiones en que su nombre ha figurado entre los posibles candidatos al Premio Nobel de Literatura.
Su carrera de solista la comenzó en bares nocturnos, acompañado de su guitarra y su armónica, así como de su inconfundible y expresiva voz (su sello personal), no siempre con fortuna, como cuando fue despedido del Ten O’Clock Scholar porque ahuyentaba a los clientes.
Fue John Hammond, descubridor de talentos para la entonces CBS, quien lo contrató y en 1962 apareció el primer álbum de Dylan que apenas incluyó dos temas de su autoría (Song to Woody y Talkin’ New York), pero bastaron para abrir la puerta a una de sus más prolíficas etapas creativas.
Dylan empezó a trabajar en nuevas canciones para su segundo álbum, The Freewheelin’ Bob Dylan, que incluyó Blowin’ in the Wind, Masters of War, Talkin’ World War III Blues y Oxford Town, canciones que llegaron a ser himnos pacifistas. Poco después participó en el Festival Folk de Newport 1963, en el que fue saludado como el profeta de la revolución juvenil. Allí cantó Blowin’ in the Wind frente a 46 mil personas, acompañado en el escenario por Joan Baez y Pete Seeger. En 1964 lanzó The Times They Are A-Changin’, álbum que llegó a ser famoso sobre todo por la canción que le da título. El éxito de Dylan ya era grande en todo Estados Unidos y su popularidad se extiendió también por Europa.
En la primavera de 1965 Bob Dylan se trasladó a Inglaterra para ofrecer algunos conciertos; ahí conoció a los Beatles, y entablaron una relación creativa, principalmente con John Lennon, quien abiertamente manifiestó la influencia de Dylan en canciones como Norwegian Wood, You’ve Got to Hide Your Love Away, Help..., mientras Bob no dudó en experimentar con sonidos nuevos y más atrevidos.
El viaje por la Inglaterra de aquellos años y el encuentro con sus músicos estimularon más aún a Dylan, que se dejó sugestionar por la sonoridad de las guitarras eléctricas y abandonó la vía folk.
Emblemática rola
El álbum Highway 61 Revisited (1965), considerado uno de los mejores, incluye la célebre Like a Rolling Stone, su rola más emblemática y famosa, acompañada de Desolation Row, Highway 61 Revisited y Ballad of a Thin Man, entre otras. De apenas 25 años, ya era un fenómeno mundial, que se prolongó durante los 70 y 80.
En los 90 publicó Under The Red Sky, considerado carente de originalidad por la crítica. Recibió también la distinción de Caballero de la Orden de las Artes y Letras, entregada por el ministro de cultura francés. En 1991 salió al mercado The Bootleg Series, álbum triple que contiene rarezas grabadas entre 1961 y 1989. En 1992 y 1993 publicó, respectivamente, Good as I Been to You y World Gone Wrong, discos compuestos de canciones folk interpretadas completamente en acústico, por primera vez desde 1964. Un año después participó en el festival Woodstock 94 y en la serie de conciertos acústicos de la MTV, grabando MTV Unplugged (1995), con nuevas versiones de sus clásicos.
Restablecido de severo problema de salud
En los años recientes, y después de tener un severo problema de salud (pericarditis, inflamación de la membrana que rodea al corazón), su carrera volvió a estar en la cima con discos como Time Out of Mind (1997; tres Grammys) y Love and Theft (2001). En 2000 recibió el Premio de Música Polar de la Real Academia Sueca, considerado el Nobel en este ámbito. Logró un Óscar por Things Have Changed, banda sonora de la película Wonder Boys, además de participar como guionista y autor de la música del largometraje Masked And Anonymous (2003), en la cual se incluyen versiones de algunos de sus temas clásicos y nuevos, además de versiones tradicionales que grabó por primera vez para la ocasión.
En 2005, con motivo del estreno del documental de Martin Scorsese No Direction Home, salió a la venta el álbum The Bootleg Series, Vol. 7, que contiene la banda sonora y algunas canciones inéditas hasta entonces. Por otro lado, la publicación del primer volumen de sus memorias, tituladas Chronicles (Crónicas), es todo un acontecimiento literario.
En junio de 2007 se anunció que Bob Dylan había sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes, entregado en Oviedo en octubre, sin la presencia del cantante.
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